La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Instituto #SaludsinBulos recomiendan a los pacientes crónicos, muchos de ellos personas mayores, realizar ejercicios controlados y supervisados dentro de casa durante el verano para mejorar la autonomía funcional y la movilidad sin exponerse al calor.
El ejercicio físico supervisado y personalizado por un profesional acreditado tiene grandes beneficios. Imagen cedida por SEMG.
En España, en 2021, según la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP) del Ministerio de Sanidad, hay casi 42 millones de afectados por enfermedades crónicas. Los expertos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Instituto #SaludsinBulos recomiendan a los pacientes crónicos que en los meses de calor realicen ejercicios dentro de casa.
El Eurobarómetro de la Unión Europea señala que casi la mitad de la población adulta en España reconoce que no practica ningún tipo de ejercicio físico.
Esta cifra aumenta en pacientes crónicos quienes, según advierte Miguel Aragón, fisioterapeuta colaborador de #SaludsinBulos y coordinador de la plataforma de ejercicios 10Mets, tienen miedo a realizar deporte y ejercicio físico en los meses de más calor.
Sin embargo, desde SEMG y el Instituto #SaludsinBulos reconocen que el ejercicio físico supervisado y personalizado por un profesional acreditado ayuda a estos pacientes a mejorar su musculatura, reducir el dolor y aumentar su independencia funcional.
A pesar de que 1 de cada 100 muertes cardiovasculares puede atribuirse a las temperaturas extremas, SEMG y #SaludsinBulos aseguran que la práctica del ejercicio físico puede llevarse a cabo sin riesgo para la salud durante las olas de calor si se realiza en casa y siguiendo las pautas de los especialistas.
“Hoy en día hay muchas opciones para hacer ejercicio de forma segura y saludable en casa. Con una adecuada ventilación e hidratación y realizando los ejercicios recomendados, los beneficios para estos colectivos están contrastados”, afirma el doctor Francisco Sáez Martínez, coordinador del Grupo de Trabajo en Cronicidad de la SEMG.
Beneficios de la actividad física
Las rutinas más recomendadas por los profesionales combinan ejercicios de flexibilidad y estiramientos, con pequeños entrenamientos de fuerza con peso ligero y de moderada intensidad.
“En aquellas enfermedades crónicas más frecuentes y graves en nuestro país, el ejercicio físico plantea mejoras. Por ejemplo, en el control de la diabetes favorece la pérdida de peso, debido al consumo de grasas por parte del músculo en actividad y proporciona una reducción de la dosis de insulina si la práctica deportiva es regular”, explica Sáez Martínez.
Además, el doctor destaca los beneficios de la actividad física en la cardiopatía isquémica y afirma que “si se interrumpe, sus beneficios se pierden en 1-3 meses, por lo que, en las técnicas de rehabilitación, por ejemplo tras un infarto, se insiste en la necesidad de realizar los ejercicios de forma continuada“.
Siempre en las condiciones adecuadas
El Colegio Americano de Medicina Deportiva sostiene que la temperatura ideal para que las personas mayores y con patologías crónicas practiquen deporte es entre los 18 y los 22 grados.
Los expertos de SEMG y #Saludsinbulos recomiendan reducir la intensidad y la duración del ejercicio cuando la temperatura ambiental es mayor. En el caso de que se superen los 30 grados, los profesionales aconsejan detener la actividad física.
Los ejercicios siempre deben ser personalizados en función de la condición y las capacidades físicas de los pacientes crónicos.
El doctor Pablo Berenguel, responsable del Grupo de Trabajo de Medicina Deportiva de la SEMG, afirma que “la constancia y la progresión gradual son claves para obtener resultados positivos”

Decálogo de ejercicios para pacientes crónicos
- Realizar siempre ejercicio bajo la supervisión de expertos: consultar a un profesional antes de iniciar los entrenamientos.
- Ejercicios de flexibilidad: suaves y lentos para mejorar la flexibilidad progresivamente. Los expertos recomiendan realizar estiramientos durante 15-30 minutos, evitando los rebotes y trabajando al máximo las áreas con mayor rigidez o tensión muscular.
- Ejercicios de fuerza con peso ligero: utilizar peso ligero para trabajar los principales grupos musculares realizando 2 ó 3 series por ejercicio e incrementando gradualmente la carga o resistencia a medida que el sujeto se sienta más fuerte y cómodo.
- Ejercicio aeróbico de intensidad moderada: actividades de bajo impacto, como, por ejemplo, andar por las dependencias de la casa, bicicleta estática o bailar, realizando al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado por semana, distribuidos en sesiones de al menos 10 minutos.
- Ejercicios en silla: pensados especialmente para las personas con problemas de movilidad. Incluyen levantamiento de piernas, ejercicios con el tronco o levantamiento de brazos.
- Ejercicios de respiración y control del esfuerzo: Generar una respiración controlada y profunda durante el ejercicio escuchando al cuerpo.
- Pilates: enfocado en el control del cuerpo y la respiración. Es un ejercicios de intensidad baja y existen variantes que se pueden hacer en silla o en suelo con una colchoneta, lo que es ideal para personas con diferentes niveles de movilidad.
- Ejercicios de agua: proporciona resistencia para un buen entrenamiento, pero también es fácil para las articulaciones.
- Juegos de equilibrio y coordinación: Actividades como lanzar y atrapar una pelota o juegos de equilibrio son también divertidos y beneficiosos.
- Hidratación: es clave beber agua antes, durante y después del ejercicio para evitar la deshidratación.