Prevenir lesiones medulares por zambullidas acuáticas

Ante el aumento generalizado de la actividad acuática en piscinas, playas, ríos y pantanos, los expertos advierten de los peligros y riesgos de lesiones que puede provocar sumergirse en el agua.

Según datos del último balance de ingresos facilitado por el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo en el año 2022 hasta 8 personas fueron ingresadas por lesiones en la columna vertebral traumático causado por salpicaduras de agua.

Las ocho personas eran hombres de entre 16 y 47 años. La edad media de los ingresados ​​(24,9 años) es inferior a la de cualquier otro subgrupo de pacientes con lesión medular traumática, apunta el doctor Antonio Juan Pastor, director del hospital. .

El Hospital Nacional de Parapléjicos, junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), la Federación Nacional ASPAYM (Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas), Cruz Roja y la Real Federación Española de Salvamento y Primera La ayuda tiene un aliado para insistir en mensaje de prudencia como la medida preventiva más eficaz para evitar lesiones medulares.

La campaña, cuyo lema este año es “Cabeza si, cabeza no“, tiene el objetivo de prevenir lesiones medulares provocadas por zambullidas y saltos, una vez iniciada la temporada de mayor actividad acuática del año.

La campaña tendrá especial presencia en las redes sociales con los hashtags #Zambullidas2023, #ConCabezaSí y #DeCabezaNo, y mensajes que recuerdan a los bañistas la importancia de la observación y la prudencia para prevenir la lesión de la médula espinal como consecuencia de una zambullida inapropiada.

lesiones de buceo

El Dr. Pastor observa que el 75% de los pacientes que ingresaron por buceo sufrieron lesiones en una piscina, es decir, en un ambiente controlado.

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“Los ocho hombres afectados tenían lesiones cervicales en la parte más alta de la columna”, dice el director médico.

Las lesiones cervicales son las más graves entre las diferentes lesiones de la médula espinal. Se producen a nivel de las primeras vértebras y pueden afectar a la respiración e incluso provocar riesgo de muerte.

Las secuelas que producen estas lesiones afectan gravemente al estilo de vida de los pacientes afectados.

Según este médico, cuando el paciente sobrevive, existe una alta probabilidad de quedar en diferentes grados de tetraplejia, con dificultad para mover los brazos y las piernas, o incluso problemas disfuncionales en la micción, defecación y actividad sexual.

“En el caso de lesiones cervicales incompletas, la recuperación esperada es mayor y las secuelas menores, eso sí, tras una larga y difícil rehabilitación”, explica el Dr. Antonio Juan Pastor.

Mayte Gallego, presidenta de ASPAYM, lamenta encontrarse cada año con nuevos accidentes de terribles consecuencias provocados por la falta de prudencia al bañarse.

“Los datos de este año lo corroboran: lo vemos en el perfil de las personas ingresadas; chicos jóvenes que se lesionan incluso en lugares aparentemente más seguros, como piscinas frente a espacios abiertos”, afirma el presidente de esta asociación.

Gallego insiste en la importancia de moderar nuestro entusiasmo y recuerda dos precauciones imprescindibles para evitar lesiones medulares al saltar al agua: “Primero debemos asegurarnos de la profundidad real y saltar siempre con las manos primero”, dice.

Zambullida en la piscina. Imagen de cortesía.

Extrema precaución en nuestros saltos

La doctora Carolina De Miguel, presidenta del SERMEF, exhorta a la población a extremar las precauciones en cualquier medio acuático.

Además, afecta a los siguientes dos precauciones fundamentales para prevenir lesiones:

  1. Conozca la profundidad de la superficie del agua antes de bucear.
  2. Evite los saltos de cabeza.
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“Los médicos rehabilitadores, entre muchas otras patologías, tratan las lesiones medulares, y recalcamos que se pueden evitar con prudencia”, apunta el experto.

En estos ambientes de verano, la gente tiende a estar más relajada, pero es necesario no bajar la guardia. El médico defiende que “la diversión y el relax con prudencia son posibles”.

El presidente de SERMEF destaca la importancia de conocer el fondo de la superficie, que en el caso del mar o del río puede contener ramas o rocas. Además, el oleaje y las corrientes varían la distancia al fondo, por lo que se debe extremar la precaución.

“Recomendamos entrar al agua con calma y cuidado, aprovechando los bordes del perímetro acuático y evitando riesgos saltando al agua de cabeza, de pie en forma de palo, o dando volteretas o giros. También debes evitar saltar demasiado alto”, aconseja.

Disfruta pero siempre con la cabeza

La presidenta de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, Isabel García Sanz, recomienda consultar siempre al personal encargado de los servicios de socorrismo sobre qué acciones están o no permitidas.

Además, advierte de la importancia de leer los avisos de seguridad antes de entrar al agua e insiste en respetar las normas y señales para evitar accidentes.

En caso de accidente, los profesionales insisten en que lo primero que se debe hacer es sacar a la persona del agua y colocarla sobre una superficie dura. Al hacerlo, debemos tener cuidado y mover el cuerpo en bloque para evitar posibles lesiones en la zona de la columna y el cuello.

El segundo paso es comprobar la respiración.

Los expertos te recuerdan que no debes ser trasladado a un centro de salud en un vehículo privado, sino que es mejor llamar a los servicios de emergencia. En ocasiones, si el traslado no se realiza en las condiciones adecuadas, las lesiones que son incompletas pueden acabar siendo completas.

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El Dr. Juan Jesús Hernández, del área de Salud de Cruz Roja, nos recuerda que debemos conocer y tener presente en todo momento las conductas de prevención AVA (advertir el riesgo, valorar los posibles peligros y adoptar una actitud segura).

“Siempre es mejor prevenir, porque ‘Prevenir es vivir’, y esto no implica reducir el disfrute ni ser negativo. Lo que no podemos olvidar es que esta pequeña inversión de tiempo en la prevención, en evaluar a lo que me expongo, evita complicaciones que podrían arruinar nuestras vacaciones”, concluye el médico de Cruz Roja.

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