Hay personas que incluso sienten dolor cuando la sábana les roza. Sufren dolor neuropático periférico, una enfermedad crónica que apenas tiene tratamientos efectivos y que reduce la calidad de vida hasta el punto de que los afectados ni siquiera salen de casa.
El dolor neuropático periférico es el dolor que comienza cuando se dañan nervios que no están ni en el cerebro ni en la médula espinal (los llamados periféricos), como el de una extremidad, por ejemplo.
Lo explica a EFEsalud el coordinador del grupo de trabajo de Dolor Neuropático de la Sociedad Española del Dolor (SED), Ancor Serrano.
Para diagnosticarlo hay una serie de pasos a seguir que están definidos a escala internacional. Primero tenía que haber una lesión, como una cirugía, por ejemplo, o una patología que la provocara.
¿Cómo se diagnostica?
Para que exista dolor neuropático periférico en un área, debe haber un nervio o una serie de nervios que sean responsables de la sensibilidad en esa parte del cuerpo que está lesionada de alguna manera. A partir de ahí, el profesional sanitario tiene que comprobar una serie de signos del paciente para confirmar la patología.
“Un signo es diferente de un síntoma. Un síntoma es cuando puedes decir, por ejemplo, mi mano está más hinchada o la otra mano está más caliente. Eso es un síntoma. Una señal es cuando lo nota otra persona, por ejemplo, el médico o tu pareja te toca la mano y te dice que tienes la mano más caliente o te mira y te dice que tienes la mano más hinchada”, explica la doctora Serrano, quien es anestesiólogo
De esta forma, una señal es cuando objetivamente una segunda persona nota algo que tú puedes notar o no.
Los signos pueden ser positivos y negativos: los primeros son una mayor sensibilidad a sensaciones como el frío, el calor, el roce, entre otros, mientras que los segundos suponen, por el contrario, una falta de sensibilidad.
Incluso el dolor por el roce con la sábana, la camiseta o el sujetador puede ser un síntoma, junto con la falta de sensibilidad u hormigueo en la zona afectada.
Otra sospecha de que el paciente tiene dolor neuropático periférico es si ha tenido alguna enfermedad que pueda dañar los nervios, como el herpes zoster. La neuralgia posherpética es la complicación más frecuente de esta lesión, ya que afecta a las fibras nerviosas de la piel y provoca dolor a pesar de que las ampollas del herpes ya han desaparecido.
Se estima que en Europa entre el 5 y el 20% de la población la padece.
es dificil de tratar
Este tipo de patología es difícil de tratar porque, según el experto de la SED, “hay opciones de tratamiento pero no son muy buenas”. Por ello, en opinión del Dr. Serrano, el dolor neuropático periférico debe catalogarse como una enfermedad olvidada.
El último tratamiento fue aprobado por las agencias reguladoras hace más de una década. Se han hecho ensayos clínicos, es decir, se han intentado, pero se han abandonado en fase II y fase III porque no daban resultados, según el anestesiólogo.
“Así que tenemos moléculas antiguas de hace 20, 30 y 40 años. Pero cuando hay muchas opciones es porque ninguna es perfecta. Se ha intentado dar unas pautas de que tratamiento era útil para el primer nivel y el segundo, pero volvemos a lo mismo, si hay 3 o cuatro cosas que los ponen en el mismo nivel es porque hay ninguno mejor que el otro”, sostiene. Serrano Dr.
De esta forma hay muchos pacientes que tras un año de tratamiento no han mejorado, de hecho incluso han empeorado por los efectos secundarios de los fármacos.
mala calidad de vida
Por lo tanto, la calidad de vida de los pacientes se ve muy afectada.
El experto de la SED señala en este sentido que hace poco más de un año el Ministerio de Sanidad decidió financiar la vacuna contra el herpes zoster para personas mayores y grupos de población de riesgo porque pueden sufrir neuralgia postherpética -dolor neuropático periférico- por esta lesión. el herpes—.
Es algo preventivo, de esta forma se evita que puedas padecer esta patología.