rompiendo barreras para una lactancia materna saludable

La lactancia materna es una etapa en la que madre y bebé establecen un vínculo especial e indivisible, pero, como todas las situaciones, no está exenta de riesgos. Uno de ellos es la mastitis, padecimiento en el que profundizan los expertos del blog “Salud y Prevención”.


La mastitis o inflamación del tejido mamario puede ser consecuencia de la lactancia. Foto cedida por Quirónsalud

“Aunque puede ser desalentador encontrar un problema así en un momento tan delicado para la madre, es importante comprender que la mastitis se puede abordar y superar y que se puede mantener una lactancia saludable”, dice. paloma de miguelbióloga y consultora internacional en lactancia en el Hospital Quirónsalud Valencia.

La mastitis es una infección o inflamación de los tejidos mamarios que afecta a las mujeres lactantes, aunque en raras ocasiones también puede presentarse fuera del período de lactancia.

Se caracteriza por enrojecimiento, hinchazón y dolor en la mama, acompañado de síntomas como fiebre, escalofríos y malestar general.

La principal causa para que se produzca esta complicación es el vaciado insuficiente del tórax. La mejor forma de prevenirlo es con una buena técnica de lactancia que asegure un adecuado drenaje de la mama.

la leche no es esteril

Paloma De Miguel enfatiza: “La leche no es estéril. Tiene su propia microbiota única en cada mujer, por lo que un vaciamiento insuficiente o una terapia antibiótica previa pueden favorecer la disbiosis que conduce a la mastitis”.

Una sobreproducción también puede conducir a la mastitis. En algunos casos en los que el bebé está succionando con una presión excesiva, por ejemplo, por movimientos compensatorios por un frenillo sublingual limitante u otras causas estructurales, la mama reacciona produciendo leche en exceso. En estos casos, se debe trabajar sobre el agente causal para promover una correcta calibración del tórax.

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Es importante, por tanto, una buena posición y sujeción del bebé al pecho para conseguir una buena transferencia de leche. La lactancia materna exclusiva ya demanda es fundamental, y no se debe limitar el tiempo del bebé al pecho.

mastitis
Paloma de Miguel, asesora de lactancia del Hospital Quirónsalud de Valencia. foto de cortesía

Descanso, hidratación y drenaje para mastitis

El manejo principal de la mastitis consiste en el reposo, la hidratación y, sobre todo, el drenaje adecuado de la mama, sin suspender la lactancia ni la extracción de leche, ya que esto podría complicarse con un absceso mamario. El vaciado regular ayuda a mantener el flujo de leche y evita la acumulación de leche estancada.

“En el caso de que aparezca fiebre más allá de las 24 o 48 horas, hay que iniciar con la antibioterapia adecuada, asegurándose, por medio del especialista, de que es el antibiótico adecuado y en las dosis adecuadas. Los antiinflamatorios no esteroideos y el resfriado entre dosis también ayudarán a mejorar el estado, ya que ayudan a paliar la inflamación, así como los síntomas”, explica la especialista del Hospital Quirónsalud Valencia.

En resumen, la mastitis puede presentar desafíos en el camino hacia una lactancia materna exitosa, pero con un abordaje adecuado es posible superarla y seguir disfrutando de la lactancia materna y sus beneficios a nivel inmunológico, nutricional y vincular, además de muchos otros beneficios para la salud. materno.

“En cualquier caso -concluye De Miguel-, la madre debe ser consciente de que dispone de recursos y apoyos suficientes, y no debe dudar en acudir a profesionales especialistas en lactancia cuando lo considere necesario”.

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