¿Cómo subir las defensas con la alimentación?

Te vamos a enseñar qué sustancias y nutrientes consiguen subir las defensas del organismo. De esta forma, se reducirá el riesgo de desarrollar patologías.

Última actualización: 26 de mayo de 2023

Es posible subir las defensas con la comida. Lo fundamental para conseguir este objetivo radica en optimizar el aporte de nutrientes que son clave para el sistema inmunitario. Al asegurar un estado nutricional adecuado, se reduce significativamente el riesgo de desarrollar patologías infecciosas o complejas. Para maximizar la función defensiva del cuerpo humano, Cabe señalar que es necesario tener en cuenta una dieta equilibrada y variada.Esta es la única manera de asegurarse de que es saludable. Es recomendable incluir alimentos de diferentes tipos, con el fin de evitar déficits de nutrientes que son importantes para llevar a cabo las diferentes reacciones fisiológicas que se producen a diario. Subir las defensas consumiendo micronutrientes Cuando el objetivo es subir las defensas con la alimentación, hay 3 nutrientes a los que hay que prestar especial atención. El primero de ellos es la vitamina D. Esta sustancia se caracteriza por su carácter liposoluble, Por tanto, para introducirlo de forma dietética es necesario garantizar un aporte adecuado de grasas. Hay algunos alimentos que destacan por su contenido en vitamina D, como los huevos, el pescado azul y los lácteos enriquecidos. La literatura científica ha logrado demostrar que existe una correlación entre un nivel adecuado de vitamina D y un menor riesgo de desarrollar enfermedades. Destaca el poder antiinflamatorio de la sustancia, capaz de ayudar a evitar problemas complejos como ciertos tipos de cáncer. Incluso los cardiovasculares. El zinc, por su parte, es un mineral capaz de regular el mecanismo por el que se activan las células relacionadas con la inmunidad. Asegurar su ingesta diaria garantiza una mejora de las defensas del organismo, tal y como demuestra un estudio publicado en Nutrientes. Además, este nutriente también tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatoriaspor lo que no solo es capaz de proteger frente a patologías infecciosas, sino que también actúa frente a las relacionadas con el envejecimiento. La vitamina C, nutriente clave para subir las defensas Entre los nutrientes que tienen un impacto relevante en el sistema inmunitario, Hay que destacar el poder de la vitamina C. Esta sustancia destaca por su carácter hidrosoluble. Se disuelve en agua y no queda ningún reservorio en el cuerpo. Es necesario garantizar una ingesta diaria para evitar déficits. Se ha demostrado que consumir vitamina C en cantidades adecuadas reduce el riesgo de desarrollar el resfriado común, además de reducir la duración de los síntomas. Sin embargo, la OMS recomienda una dosis diaria más baja de lo que aconsejan los estudios científicos. Según las investigaciones más recientes, lo óptimo sería garantizar un aporte de 1 g por día.Puede ser difícil cumplir con los requisitos solo con la dieta, por lo que se puede considerar incluir un suplemento vitamínico para mejorar la función defensiva del organismo. Otros elementos importantes Además de los nutrientes mencionados, existen ciertas sustancias con potencial beneficioso a la hora de mejorar la función inmunológica. Un ejemplo de ellos son los fitonutrientes con carácter antioxidante. Dichos compuestos son capaces de controlar el equilibrio oxidativo del organismo, promoviendo además procesos antiinflamatorios.Ambas propiedades pueden no tener un efecto excesivamente directo sobre el riesgo de contraer enfermedades infecciosas. Sin embargo, son trascendentales para mejorar las defensas del organismo frente a patologías que se desarrollan de forma endógena y crónica, como las patologías metabólicas. La dieta puede subir las defensas Según lo dicho, está claro que la alimentación puede subir las defensas del organismo. Es posible reducir el riesgo de enfermedades y mejorar la salud mediante la ingesta de dosis óptimas de ciertos nutrientes. Por ello, te animamos a analizar la dieta y aumentar su variedad.Recuerda que además de prestar atención a la alimentación, existen otros factores determinantes en la función inmunológica. El ejercicio físico es uno de ellos, cuya práctica deportiva regular es capaz de reducir el riesgo de enfermar. Del mismo modo, asegurar un correcto descanso y respetar los ritmos circadianos del organismo puede ser determinante a la hora de evitar el desarrollo de patologías complejas e infecciosas. Por último, no olvides que tanto el estrés como la ansiedad son dos factores que juegan en tu contra cuando el objetivo es mejorar tu salud.

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