La enfermedad celíaca es una intolerancia a una proteína que contiene gluten y está presente en algunos cereales como el trigo, la cebada o el centeno y para la que no existen tratamientos médicos, salvo la dieta.
En eso Día de la Enfermedad Celíaca En EFEsalud tratamos de resolver dudas sobre esta patología y los tratamientos que están en camino.
El gluten, una sustancia “ajena” a atacar
Empecemos desde el principio. ¿Qué sucede en el cuerpo de un celíaco? Bueno, esa es una de las preguntas del millón de dólares, según explica a EFEsalud el investigador del Instituto de Biomedicina y Genética Molecular de la Universidad de Valladolid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), David Bernardo.
Bernardo, que es celíaco, también forma parte de la junta directiva de la Sociedad Española de Enfermedad Celíaca (Seec).
El experto destaca que cuando nuestro sistema inmunológico encuentra sustancias extrañas que no son propias del organismo, normalmente las ataca porque lo más probable es que se trate de virus, bacterias, hongos o incluso un proceso tumoral.
Lo que sucede en la mucosa intestinal es que nuestro sistema inmunitario está continuamente expuesto a sustancias extrañas pero también inofensivas, como la flora comensal y las proteínas de la dieta.
Y, en oposición al sistema inmunitario periférico, el intestino hace tolerancia a aquellas sustancias exógenas que son inocuas, como la flora bacteriana y los nutrientes. Además, mantiene la capacidad de iniciar una respuesta activa frente a patógenos invasores como bacterias, virus gastrointestinales…
El sistema inmunológico está mal.
Así, el cuerpo tiene que mantener un “delicado equilibrio”, como ocurre casi el 98% de las veces. Pero a veces “el sistema inmunitario se equivoca” y “debido a una combinación de factores” ve el gluten de la dieta como una sustancia extraña a la que atacar, iniciando así un proceso inflamatorio.
Este proceso provocará, entre otras cosas, la destrucción del epitelio y, por tanto, dejaremos de absorber correctamente los nutrientes y podremos tener manifestaciones por todo el órgano.
“Típicamente un celíaco debutará con un cuadro gastrointestinal, con diarrea, molestias en la zona abdominal, entre otros”, dice Bernardo, quien también forma parte de la mesa ejecutiva de la Plataforma Temática Interdisciplinaria Salud Global.
Una acumulación de factores: llegar a cien puntos
Para que una persona sea celíaca tiene que haber una acumulación de “factores”. Todos los celíacos tienen un gen, el DQ2, sin ella es “prácticamente imposible que una persona” tenga la enfermedad. Y aproximadamente el 30% de la población lo tiene, pero lógicamente no todos lo padecen, solo uno de cada 30.
“Cada persona es un mundo. Podemos pensar que una persona desarrollará la enfermedad celíaca cuando acumula 100 puntos de riesgo. Tener este gen ya te da 30 puntos, pero hay otros factores, como tener un familiar de primer grado que sea celíaco , que da más puntos, o haber nacido por cesárea en lugar de parto vaginal”, destaca la investigadora.
Bernardo se refiere a virus que también podrían ser los causantes de la enfermedad. En este sentido, sostiene que, efectivamente, una infección por ciertos virus del tracto intestinal, muy similares al gluten, se ha asociado a la enfermedad celíaca cuando se está introduciendo esta sustancia en la dieta, es decir, cuando somos bebés. .

“Si tienes esta predisposición genética y te infectas con este virus al mismo tiempo que introduces el gluten en la dieta, cuando eres un bebé, tu sistema inmunológico se equivocará y confundirá el gluten con el virus, pero esto no suceder en todos los casos. casos porque los celíacos también tienen una composición diferente de bacterias”, matiza Bernardo.
Por eso insiste en que hay una acumulación de factores, muchos de los cuales tienen un efecto menor. Y con el ejemplo anterior de la puntuación, indica que tus cien puntos para celíaco pueden ser diferentes a los cien puntos de otra persona.
El fascinante ejemplo de la región de Carelia
Da otro ejemplo curioso: “Karelia es una región fascinante, es la frontera entre Rusia y Finlandia. Allí una población es genéticamente igual a ambos lados de la frontera, pero en el lado finlandés, en un radio de 20 kilómetros, hay cuatro veces más prevalencia de celiaquía que en el lado ruso. Esto quiere decir que hay factores ambientales que subyacen en el desencadenamiento de la enfermedad”.

De hecho, señala que la fecha de nacimiento también influye en ser celíaco, y hay más riesgo entre los nacidos en primavera o verano. ¿Y porqué? Pues bien, como explica el miembro de la Seec, cuando los bebés nacidos en estas épocas del año empiecen a consumir gluten, en torno a los seis meses, será otoño o invierno, y estarán en ambientes más cerrados, menos ventilados, y habrá ser Más infecciones virales y bacterianas.
También hay otros genes que entran en juego pero el efecto es menor.
“Como dije en una charla una vez, un celíaco es un desgraciado genético, te has ganado la lotería y punto”.
Un segundo motivo de sospecha
Con todo esto, hay un infradiagnóstico grave de la enfermedad, de hecho, como apunta el investigador, solo uno de cada seis celíacos está correctamente diagnosticado. Y ojo con la celiaquía, porque si no se diagnostica puede ser la causa, por ejemplo, de problemas de fertilidad, o de ataques epilépticos, ya que si dejas de absorber los nutrientes, el sistema nervioso central no funcionará bien.
“La enfermedad celíaca siempre tiene que ser la segunda causa de sospecha después de la sospecha inicial, déjame explicarte, si una mujer con abortos de repetición en edad fértil no logra quedar embarazada, acude al ginecólogo, porque lo primero que vamos a escuchar es un problema ginecológico, pero si no encontramos nada, tenemos que pensar que a lo mejor es celiaca y no ha sido correctamente diagnosticada”, dice Bernardo.
La dificultad de seguir una dieta sin gluten
Llevar una dieta sin gluten es lo que hacen hasta ahora las personas celíacas y dada la alta prevalencia de la enfermedad, existen varias herramientas terapéuticas en investigación para abordarla, nuevos tratamientos que se encuentran en fase de ensayo clínico.

Una dieta sin gluten estricta es difícil de seguir porque la gente viaja, come fuera, tiene vida social… De hecho, la Federación de Asociaciones de Celíacos de España insiste en la dificultad del grupo para salir a comer fuera de casa. Una actividad diaria que genera preocupación por no tener siempre la certeza de que las opciones sin gluten que ofrece el establecimiento estarán preparadas correctamente.
Tratamientos para la enfermedad celíaca en el horizonte
“¿Habrá una cura para la enfermedad celíaca? En principio no, porque es una enfermedad autoinmune, es como la diabetes, podemos tratar a un paciente pero no lo vamos a curar porque no es como el cáncer, lo que podemos hacer es modular nuestro sistema inmunológico o intentar inducir tolerancia”, abunda Bernardo.
Así, existen varias líneas de investigación sobre tratamientos para la enfermedad celíaca. Uno de ellos es el descomponer el gluten en el intestino, a través de una pastilla. Al igual que los que son intolerantes a la lactosa, si la van a ingerir, pueden tomar una enzima que es la lactasa para que no les provoque una reacción, en este caso sería algo similar.

No sería un tratamiento diario, si no sólo cuando la persona celíaca supiera o tuviera dudas de que va a comer gluten.
En una línea de investigación que está muy avanzada, pero hay “infinidad” de diferentes estudios para encontrar tratamientos para la enfermedad celíaca.
Secuestro de gluten e inmunoterapia
otra línea es usar polímeros que “secuestran” el gluten ¿Qué quiere decir esto? Pues como explica Bernardo, se trata, por ejemplo, de envolver esa proteína con otras sustancias para que quede tan grande que nuestro sistema inmunológico no pueda absorberla y no haga daño.
Y inmunoterapia también podría ser una opción futura para los tratamientos de la enfermedad celíaca. Existen diferentes enfoques como intentar reinducir la tolerancia, es decir, reeducar el sistema inmunitario para que genere linfocitos regulares o también bloquear el sistema inmunitario adaptativo.
“Esto realmente sería una especie de pseudo-cura, porque estaríamos re-educando nuestro sistema inmunológico. ¿Qué es la desventaja? ¿Cuánto tiempo va a durar? Eso es lo que no se sabe y esto es lo que es más caro, más caro de producir”, continúa Bernardo.
Algunos ensayos clínicos están probando medicamentos reposicionados para pacientes con enfermedad celíaca refractaria, una forma grave que solo afecta al 5% del grupo.
cauto optimismo
¿Y cuándo estarán disponibles estos tratamientos para la enfermedad celíaca? Esa es otra de las preguntas del millón de dólares.
Sobre esto, Bernardo afirma que una vacuna para la enfermedad que se estaba probando y para la que había muchas expectativas y que si iba bien en unos años estaría en el mercado, fracasó durante el ensayo.

“Si alguno de estos tratamientos funciona para la enfermedad celíaca, bueno, tal vez en 3 años lo tengamos, pero, claro, todo es especular, porque si falla en la fase II o la fase III, se detiene. Evidentemente, antes de 20 años habrá algo o quizás nos sorprenda y el mes que viene finalice una fase III que funciona y la Agencia Europea del Medicamento lo evalúe y apruebe”, apunta el investigador de la Seec.
Sin embargo, insiste en que no puede dar fechas porque aunque hay muchos estudios, con los que hay más posibilidades de éxito, “esto es investigación y no se pueden dar plazos”.
“Se están haciendo muchos ensayos y estoy seguro que vamos a tener algo, claro no tan curativo, ahí soy más escéptico porque es más difícil, pero algo temporal como una pastilla que te permite no preocuparte tampoco. todos los días o en condiciones específicas”, concluye el investigador.