Los casos de lepra se han visto afectados por la vigilancia y el control del covid.
La enfermedad registró 140.594 nuevos casos en 2021, último año del que se tiene información, frente a los 128.405 detectados en 2020, según datos de 143 países recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las cifras muestran que cada día se siguen detectando en el mundo 385 nuevos casos de lepra, 23 con discapacidades visibles, y de los cuales 25 son niños y niñas menores de 15 años.
El dato, informa la Fundación Fontilles, que ha difundido información con motivo del Día Mundial de la Lepra, que se conmemora el 29 de enero, está lejos de cumplir las metas internacionales para 2030, pese a que la enfermedad lleva cuatro años curada. décadas.
El tratamiento, proporcionado gratuitamente por la OMS, consiste en dos pastillas al día durante un año (seis meses en casos menos graves), que es suficiente para eliminar la bacteria y, si se administra a tiempo, sirve para prevenir el desarrollo de discapacidades. .
En España, en 2022 se notificaron 10 nuevos casos. Al cierre del año había 19 personas en tratamiento.
Los nuevos casos detectados en niños y niñas menores de 15 años han crecido un 4,9 por ciento, pasando de 8.629 a 9.052, lo que supone un 6,4% del total y supone una tasa de 4,5 casos por millón de población infantil. , lo que confirma la continuidad de la transmisión de la infección en comunidades empobrecidas.
El aumento de detecciones en 2021 no es consecuencia de un reforzamiento de las campañas de detección por parte de los países implicados, sino de la aparición de casos no detectados durante 2020 como consecuencia de los confinamientos decretados para combatir la pandemia del COVID-19 y de la concentración de recursos sanitarios en el tratamiento de las personas afectadas por el virus.
“Durante la pandemia se paralizaron las campañas de prevención y detección, y se desviaron muchos recursos a la emergencia sanitaria; Por eso, ahora estamos diagnosticando a más personas y con más discapacidad”, explica Yolanda Sanchis, directora de Sensibilización y Voluntariado de Fontilles.
“En los próximos años habrá que reforzar el trabajo para llegar a todas las personas que han quedado sin diagnosticar y evitar que se agraven las discapacidades producidas”, añade Yolanda Sanchís.
Precisamente por ello, la entidad ha lanzado la campaña La lepra cero es posibleque pretende concienciar sobre la posibilidad de acabar con la lepra para que nadie sufra las consecuencias físicas y sociales de una enfermedad que se puede prevenir y curar.
Datos por región, recaídas y brecha de género
La enfermedad ha registrado 93.485 casos en el sudeste asiático; 21.201 en África; 19.826 en América; 3.588 en el Mediterráneo Oriental; 2.480 en el Pacífico Occidental; y 14 en Europa.
Los veintitrés países considerados prioritarios por la OMS en la lucha contra la lepra concentran el 94,6% de las detecciones y tres de ellos, el 74,5%: India, con 75.394, el 53,6%; Brasil, con 18.318, el 13%; e Indonesia, con 10.976, el 7,8%.
Asimismo, las recaídas han aumentado un 7,1%, pasando de 2.990 a 3.201, lo que pone de manifiesto fallos en el seguimiento de la evolución del tratamiento por parte de algunos sistemas nacionales de salud.
Finalmente, las detecciones en mujeres y niñas representan solo el 39,4% del total (55.349) a pesar de no tener un menor riesgo de contraer la enfermedad en comparación con hombres y niños, lo que indica una brecha de género en el acceso a la atención de la salud. servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento.
La enfermedad de la lepra y su tratamiento.
El Día Mundial de la Lepra fue instituido en 1954 por iniciativa del periodista francés Raoul Follereau y se celebra el último domingo de enero con motivo de la muerte de Mahatma Gandhi, en reconocimiento a su intensa labor de ayuda a los afectados, informa la Fundación Fontilles.
Su objetivo es concienciar sobre la existencia de una enfermedad que muchas personas creen erradicada, y obtener la ayuda necesaria para prevenirla, detectarla, reducir la incidencia de las discapacidades asociadas y garantizar el futuro de quienes la padecen o haberlo padecido.
La lepra es una enfermedad crónica causada por el bacilo Mycobacterium leprae, descubierto en 1873 por el científico noruego Gerhard Armauer Hansen; puede atacar a humanos de cualquier edad y de ambos sexos por igual, y aunque el período de incubación dura entre tres y cinco años, los síntomas pueden tardar hasta veinte años en aparecer.
Esta patología afecta fundamentalmente a la piel y los nervios. Sus primeros signos son manchas pálidas en la piel o entumecimiento en los dedos de las manos y los pies, pero si no se trata a tiempo, puede causar daños progresivos y permanentes en la piel, los nervios, las extremidades y los ojos, lo que lleva a parálisis y discapacidades irreversibles.
La transmisión ocurre solo a través de pequeñas gotas expulsadas por la nariz y la boca. Contrariamente a la creencia popular, la lepra es raramente contagiosa, lo que solo ocurre cuando se vive con el afectado en condiciones de hacinamiento, mala alimentación y falta de higiene, lo que vincula su transmisión a situaciones de pobreza.
La lepra es curable gracias al tratamiento de Poliquimioterapia (MDT), que se aplica desde 1982 y consiste en una combinación de tres fármacos (dapsona, rifampicina y clofazimina) durante un período que oscila entre los seis y los doce meses. La enfermedad deja de ser contagiosa desde la aplicación de la primera dosis.