La depresión también afecta a los adolescentes y provoca cambios de conducta y problemas en sus relaciones sociales. La psicóloga y profesora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Ariadna de la Vega, lanza un mensaje de apoyo: “No nos conformamos con ser malos”. ¿Pero que podemos hacer?
EFE / Sashenka Gutiérrez
La depresión es un problema de salud mental que ya afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. De ellos, el 1,1% son niños y el 2,8% adolescentes de 10 a 14 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Depresión, 13 de enero, EFEsalud ha entrevistado Ariadna de la Vega Castelo, Doctora en Psicología Clínica y de la Salud, y profesora del Máster de Intervención Psicológica en niños y adolescentes de la UNIR, para abordar la depresión en los adolescentes.
Factores de riesgo
Según la psicóloga, que imparte una asignatura específica sobre depresión en la UNIR, no se habla tanto de las causas de este trastorno mental, sino de factores de riesgoya que es un problema multivariante donde se combinan varias circunstancias.
Como él mismo señala, hay muchos variables involucradas, de lo individual a lo social. Algunos de ellos son:
- A duelo. En el caso de los adolescentes, puede ser algo pequeño, como que un amigo te deje de lado, romper con una pareja, mudarse, cambiar de colegio…
- Sufrir intimidación cualquiera acoso.
- Él pandemia. Según el experto, la pandemia también ha influido, pues varios estudios de la OMS advierten que durante el primer año aumentaron en un 25% los casos de ansiedad Y depresión.
¿Qué conductas debemos identificar?
Cuando hablamos de depresión, “la primera imagen que nos viene a la cabeza es ver a alguien triste y llorando”, dice la experta.
Sin embargo, señala que hay que tener especial cuidado con esto, sobre todo en niños y adolescentes, ya que muchas veces no se trata tanto de tristeza, sino de irritabilidad.
En la misma línea, la especialista aclara que no solo debemos fijarnos en el estado de ánimo, ya que la depresión también afecta a otros ámbitos:
- Falta de apetito y sueño..
- Falta de concentración.
- desmotivación
- Apatía.
- Aislamiento.
- Falta de interés.
- baja autoestima.
- consumo de sustancias.
- ideación suicida.
“Hay que estar atentos por si notamos algún cambio brusco con respecto al comportamiento anterior o en sus relaciones sociales”, explicó a EFEsalud.

Ante esta situación, ¿cómo debemos actuar?
La Dra. Ariadna de la Vega destaca la importancia de tener una buena relación básica entre padres e hijos para que haya comunicación y la persona involucrada los vea como un apoyo.
Por otro lado, “hay que perder el miedo y desestigmatizar el hecho de pedir ayuda profesional. Todos tenemos problemas y lo que hay que hacer es solucionarlos para que dejen de afectarnos”, apunta.
¿Qué pueden hacer las escuelas?
El profesor de la UNIR pregunta a los colegios colaboración para la detección.
“Muchas veces son nuestros ojos, ya que todos los niños tienen que pasar por ellos”, dice.
También agrega que es importante que presten atención a cualquier cambio repentino, como una caída en el rendimiento académico.
“Puede ser mejor”
Tener una buena salud mental es fundamental, ya que forma parte y afecta a todos los ámbitos de la vida.
De esta forma, pedir ayuda cuando la necesitamos es fundamental, ya sea profesional o de nuestro propio entorno.
Y es que, acudir a terapia no siempre implica tener un problema, sino que simplemente puede ayudarnos a aprender a gestionar las emociones o a sobrellevar determinadas situaciones.
“Se puede ser mejor, no nos conformemos con ser malos”, concluye la psicóloga.