Depresión y redes sociales ¿Hay relación?

En el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, expertos en psiquiatría y psicología clínica, así como personajes como el humorista Ángel Martín, hablan con EFEsalud sobre este trastorno, que afecta al 5% de los adultos en el mundo, y su relación con las redes sociales.

No es posible hacer una aseveración clara sobre la bondad o maldad de las redes porque hasta ahora los expertos instan a ser prudentes ante la falta de datos claros al respecto.

Sin embargo, advierten que tanto la creación de una imagen falsa o exagerada en aspectos de éxito como la comparación con los demás pueden ser factores de frustración y profundizar un sentimiento de vacío que es riesgo de depresión.

Este trastorno afecta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)al 3,8% de la población mundial, incluido el 5% de los adultos, lo que equivale a unos 280 millones de personas; además, es la principal causa de discapacidad en el planeta.

Síntomas: tristeza prolongada y anhedonia

De la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, su presidente, Manuel Martín Carrascoexplica que la depresión es un síndrome compuesto por varios síntomas, pero los fundamentales son la presencia de tristeza, “pero no como la que podemos tener puntualmente, sino prolongada e intensa” y la anhedonia, es decir, “la incapacidad para disfrutar y experimentar placer.

“Luego hay otros síntomas, que también son importantes, pero que pueden presentarse con menor importancia”, prosigue Martín Carrasco.

Estos incluyen, entre otros, trastornos del sueño, falta de apetito con pérdida de peso (o viceversa, aumento de peso), fatiga, pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva o inapropiada, o disminución de la pérdida de concentración.

Y el malestar es un rasgo característico de las personas con depresión en momentos en los que existe una tendencia social al disfrute o alegría colectiva, como la Navidad o las fiestas populares, como los Sanfermines, por ejemplo, apunta el experto.

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Profundiza en la sensación de vacío

Cuando parece que todo el mundo se lo está pasando en grande, cosa que no es verdad, claro… y las redes sociales ofrecen este tipo de situaciones a diario, la gente se compara constantemente”, reflexiona Martín Carrasco.

En este sentido, advierte que, por un lado, la imagen “falsificada” o que enfatiza en exceso el éxito y, por otro, la comparación con los demás puede ser perjudicial: “Son factores, no digo que producen directamente depresión pero, en el mejor de los casos, son factores de frustración y de profundización de un sentimiento de vacío que sí es un factor de riesgo para la depresión”.

EFE/André Coelho

Y el “posturing” puede influir en la bajada de autoestima pero en personas que ya tenían baja autoestima anteriormente.

En este sentido, la psiquiatra señala que siempre habrá alguien que tenga el árbol de Navidad más grande o que vaya a un lugar más exótico, por lo que no se debe mirar eso, porque es una “fuente de estima personal equivocada y muy frágil”. ”.

Prudencia

Sobre los peligros de las redes sociales, el miembro de la Sociedad Española de Psicología Clínica-ANPIR Carlos Losada Subraya que no hay que olvidar que estos han sido creados por empresas privadas “que están interesadas en ganar dinero, y para eso necesitan que consumamos el mayor tiempo posible de publicidad y les demos la mayor cantidad de datos personales posibles”.

“Creo que hoy nos da una buena metáfora del peligro de las redes, igual que el microtargeting permite difundir bulos sin ser detectados, no sabemos qué está viendo la gente más vulnerable, por ejemplo los jóvenes o la gente sola”, indica Losada.

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Asegura que no hay datos claros en el sentido de que las redes puedan generar o acelerar la depresión y que hay que “ser prudente”.

Sí recuerda que los diagnósticos de depresión no han dejado de aumentar en las últimas décadas, en paralelo al aumento del uso de los smartphones y las redes sociales, pero insiste en que “sería incorrecto sacar la conclusión de que esta relación es de causa-efecto, al mismo tiempo”. menos con datos actuales.

“Más bien parece que tanto el uso que hacemos de las redes (con alta presencia de contenidos de lujo, fantasías de éxito económico e hipersexualización) como el auge de la depresión, nos hablan de una serie de problemas de fondo que afectan a nuestras sociedades occidentales”, enfatiza.

Pueden ser herramientas útiles pero ¡cuidado!

A su juicio, las redes como herramientas pueden ser útiles para combatir la soledad o la ansiedad “hasta cierto punto”, el problema es que al estar diseñadas “para fomentar el uso compulsivo”, esto “siempre es perjudicial a medio plazo”.

“Si es posible, probablemente una llamada telefónica o una conversación con un café supere con creces cualquier beneficio que en este sentido puedan aportar las redes sociales”, zanja Losada.

Carecemos de información sobre su uso

El presentador y humorista Ángel Martínque inicia este año una gira por España con su nuevo monólogo “Punto para los locos”, en el que aborda de manera cómica su ingreso por un brote psicótico, que recogió en su libro “Por si las voces vuelven”, cree que No hemos aprendido a utilizar las redes sociales, “no entendemos su finalidad” y cada una es diferente.

Martín afirma que a la gente le preocupa mucho la repercusión de la publicación que hacen, pero “realmente no saben por qué”.

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“Creo que la gente no lo sabe y vive totalmente preocupada o consciente de la repercusión de lo que comparte y en una competencia sin saber muy bien en qué está compitiendo y eso es un problema porque estás todo el tiempo viendo lo que otros estás haciendo y ves lo que haces, pero no sabes por qué”, comenta.

A juicio del humorista, hay mucha gente “esclava” de las redes porque es “una forma de perder el tiempo”, como hizo su generación con la televisión en su momento. Las redes son rápidas y cada dos segundos ofrecen impactos distintos, y “emocionalmente son una montaña rusa”.

“Puedes pasar de ver a la gente sacar a los refugiados de lugares sombríos a un gato abofeteando a un cocodrilo en una fracción de segundo. emocionalmente es una espiral muy grande para tu cabeza”, concluye Martín.

La receta: equilibrio

¿Y cuáles son las herramientas necesarias para que las redes no se conviertan en un peligro al acecho?: la receta es el “equilibrio”, según el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental.

Martín Carrasco redunda en que las redes sociales son buenas y pueden tener un papel “muy interesante”, siendo un medio para conseguir muchas cosas.

Pero ojo: “si se magnifica y se pone ahí la fuente más importante de valoración personal y no viene de fuentes más internas sino que depende de lo que piensen los demás, de los ‘me gusta’, de lo que nos gratifica, estamos construyendo un edificio con cimientos muy frágiles, que puede derrumbarse inmediatamente”.

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