Analizar las posibilidades que tienen las lágrimas para detectar enfermedades, principalmente neurológicas, y así anticipar su tratamiento es el objetivo de un estudio de la Universidad del País Vasco.
Elena Vecino es profesora de Biología Celular e Histología en la Universidad del País Vasco (UPV) y actualmente lidera el grupo de científicos de Oftalmo-Biología Experimental que está desarrollando el proyecto de lágrimas y su posible potencial para detectar enfermedades.
Las lágrimas, explica, “son un proceso fisiológico en el que participan un componente acuoso con proteínas, secretado por las glándulas lagrimales, y luego una capa lipídica, de grasa secretada en la base de las pestañas por las llamadas glándulas de ‘Meibomio’. .que se encuentran en el interior del párpado y desembocan en la superficie ocular”, explica a EFE la investigadora.
“Al parpadear -añade- estos componentes se mezclan, de tal forma que la grasa queda en la superficie, lo que impide la evaporación de la parte líquida”.
Las lágrimas como señal para prevenir
Pero este complejo sistema operativo para poner lágrimas en movimiento también tiene muchas posibilidades en el campo de la medicina preventiva, como están demostrando Elena Vecino y su equipo de investigadores.
“Actualmente, disponemos de tecnología sofisticada, como el análisis de proteínas (proteómica) o grasas (lipidómica) disueltas en las lágrimas, que nos aportan datos importantísimos sobre el funcionamiento de nuestro organismo”, explica.
Tanto es así que, en un futuro, las lágrimas podrían ser una alternativa para descubrir determinadas enfermedades, aunque el investigador apunta que “no sería útil saber, por ejemplo, el nivel de glucosa u otros marcadores que muestran los análisis de sangre”.
Pero, a medida que investigamos más en la lágrima, “podríamos descubrir biomarcadores más específicos, sobre el funcionamiento de nuestro organismo”.
Los biomarcadores, o marcadores biológicos, son moléculas biológicas que se encuentran en la sangre u otros fluidos o tejidos del cuerpo y su presencia advierte sobre el funcionamiento normal o anormal del organismo, y se utilizan para predecir enfermedades.
“Ahora mismo la tecnología es muy sofisticada y no es posible extraer una lágrima de todos los pacientes y analizarla, pero estamos trabajando en ello para que sea una posibilidad en el futuro que incluso ayude a diagnosticar enfermedades de manera temprana”, indica.
La información que traen las lágrimas
Desde hace tiempo, las lágrimas han sido capaces de detectar si hay inflamación en el ojo, si hay enzimas que degradan patologías oculares, “pero ahora queremos ir más allá y los estudios van encaminados a detectar enfermedades neurodegenerativas”.
Y esto es así porque la córnea es donde llegan la mayoría de las terminaciones nerviosas del cuerpo, por lo que está en contacto casi directo con el sistema nervioso.
Por otro lado, la conjuntiva (parte blanca del ojo) está muy vascularizada, tiene abundancia de vasos sanguíneos, “por eso, si se desprenden sustancias del sistema vascular (sistema circulatorio), también las podemos detectar en la lagrima.”
Para el investigador, “esta conexión de la lágrima con los sistemas vascular, nervioso y glandular ofrece una gran fuente de información, aunque por ahora en un volumen muy reducido”.
Este grupo de investigación de la UPV lleva trabajando más de 20 años y gracias a sus estudios se han descubierto muchas de las técnicas de detección a través de biomarcadores predictivos.
El biólogo afirma: “En este momento se está desarrollando el análisis de lágrimas para brindar un diagnóstico inmediato, dispositivos que permitan analizar de manera fácil y rápida algunos de estos marcadores” que indicarían un estado de salud normal o algún problema físico.
Pero, subraya: “Necesitamos un mayor número de población para estar seguros de que lo que hemos visto en el estudio piloto es cierto y que estos marcadores son realmente válidos, y lo siguiente sería ver si son predictivos, es decir , si, por ejemplo, los biomarcadores de las lágrimas de una persona indican que en el futuro puede tener Parkinson, por lo que podríamos decir que son marcadores de la patología antes de detectar la enfermedad, entonces se convertirían en detectores tempranos de la enfermedad”.
Y el objetivo de esta detección precoz de la enfermedad es poder tratarla médicamente antes de que aparezca, con lo que el paciente ganaría tiempo de tratamiento en el desarrollo de su enfermedad.
Detectar enfermedad neurológica
Los estudios del equipo de Vecino están inmersos en la predicción de enfermedades neurológicas a través de la lágrima, “hemos empezado por el Parkinson, pero podríamos extenderlos al Alzheimer y otras patologías como el cáncer de próstata o de mama”.
La catedrática de Biología Celular de la UPV se enorgullece de que ella y su equipo de investigación hayan sido “los primeros en haber publicado un estudio piloto de forma individualizada, es decir, hemos sido pioneros en intentar detectar marcadores de forma individual” para reconocer cada origen.
El científico sostiene que es bueno llorar “porque lava la superficie ocular. Tener el ojo lubricado está bien, pero poner una cebolla frente a ti para llorar, no sé si es bueno, llorar de risa siempre es bueno, pero entre llorar de tristeza y no llorar, no sé cuál es mejor”.
Elena Vecino afirma: “Fisiológicamente se ha concluido que es bueno que nuestros ojos lloren, de lo contrario no se habría conservado evolutivamente. Si has elegido llorar, está bien”.