interrumpir terapia endocrina, no más recaídas

El estudio internacional POSITIVE ha demostrado que la interrupción de la terapia endocrina contra el cáncer de mama para buscar el embarazo -bajo supervisión médica y por un período determinado- no experimenta peores tasas de recaída a corto plazo en estas mujeres jóvenes.


Cuadro que refleja a una mujer amamantando a su bebé tras haber superado un cáncer de mama/EFE/Miguel Rajmil

Este ensayo clínico pionero sobre cáncer de mama y embarazo, coordinado en España por los grupos de investigación en cáncer de mama GEICAM y SOLTI, ha sido presentado en el congreso americano de cáncer de mama (Breast Cancer Symposium) celebrado en la ciudad de San Antonio en el estado de Texas (Estados Unidos).

Las mujeres jóvenes que son diagnosticadas con cáncer de mama subtipo hormonal o luminal (70% de los casos), después de completar la quimioterapia, radioterapia y cirugía convencionales, comienzan una nueva etapa de al menos cinco años de terapia hormonal, una píldora diaria que mantiene su actividad hormonal en bahía.

Por tanto, para quedar embarazadas tienen que interrumpir este tratamiento bajo control médico y retomarlo una vez que hayan dado a luz.

Lo que demuestra este estudio es que estas mujeres experimentan tasas de recaída del cáncer de mama a corto plazo similares a las de las mujeres que no pausan su tratamiento, es decir, no las aumentan al suspender temporalmente esta terapia.

los Dra. Cristina Saura, coordinadora del estudio POSITIVE en España, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y jefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Vall d’Hebron y VHIO de Barcelonaexplica: “El estudio se diseñó para dar respuesta a la inquietud de las mujeres que son diagnosticadas de cáncer de mama a una edad temprana, sin haber cumplido su deseo de ser madres y que reciben la recomendación de someterse a un tratamiento hormonal durante al menos 5 años”.

Los primeros resultados de este estudio muestran que el embarazo sería seguro para aquellas mujeres cuyo tumor expresa receptores hormonales positivos -que es el que más puede preocupar por el aumento de estrógenos durante el embarazo- ya que tras un seguimiento medio de 41 meses , la tasa La tasa de recaída en estas pacientes que suspendieron el tratamiento para quedar embarazadas dentro del estudio fue del 8,9 %, frente al 9,2 % en pacientes de condición equivalente en términos de edad y tratamiento que no lo hicieron.

“El seguimiento a largo plazo será fundamental para corroborar estos datos”, afirma la oncóloga Cristina Saura.

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Por su parte, el El doctor Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador de este ensayo en España, miembro de la Junta Directiva de GEICAM y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevillaa señala que estas mujeres pueden pausar la terapia hormonal “habiendo comprobado que no hay diferencia entre la evolución de estas pacientes y las que se someten a un tratamiento hormonal continuo”.

74% de los embarazos

Para examinar el impacto de pausar la terapia endocrina para buscar un embarazo, desde diciembre de 2014 hasta diciembre de 2019, 518 mujeres de 42 años o menos con cáncer de mama hormonal que querían quedar embarazadas se inscribieron en el estudio POSITIVE. .

Antes de suspender su tratamiento, las mujeres habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina después del tratamiento convencional.

De las 497 mujeres cuyo estado de embarazo fue seguido en el estudio, el 74% tenía al menos un embarazo y el 63,8% tenía al menos un hijo vivo. Es decir, 317 dieron a luz al menos un hijo con un total de 365 hijos nacidos.

los Dra. Olivia Pagani, coautora del estudio y presidenta del estudio en nombre del Grupo Internacional de Estudio del Cáncer de Mama (IBCSG)notas: “Las tasas de concepción y parto estaban a la par o más altas que las de la población general”.

Para el oncólogo Ruiz Borrego, al impacto psicológico de la enfermedad se suma el hecho de que estas pacientes ven limitada la posibilidad de quedar embarazadas.

“Si a una mujer le diagnostican cáncer de mama a los 37 o 38 años y empieza un tratamiento hormonal, además de quimioterapia, al terminar el tratamiento está en los 44-45 años, edad en la que es más difícil para considerar un embarazo. “, Explique.

embarazo cáncer de mama

Además, el estudio recomendó “fuertemente” que los participantes del ensayo reanudaran la terapia endocrina después de un intento de embarazo o una pausa de dos años de la terapia hormonal para intentarlo. Hasta la fecha, el 76% ha reanudado su terapia, según los autores.

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En general, “solo del 5 al 10 por ciento de las pacientes jóvenes con cáncer de mama quedan embarazadas. Aunque algunos estudios retrospectivos han demostrado que el embarazo después del cáncer es factible y seguro, a muchas mujeres les preocupa que el tratamiento del cáncer de mama dificulte la concepción o que el embarazo pueda agravar el cáncer de la mujer”, dice el Dr. Pagani.

Por ello, según el Dr. Saura, “los resultados de POSITIVO son tranquilizadores, sin embargo, cualquier decisión de este tipo debe tomarse junto a los profesionales sanitarios implicados en el seguimiento de cada paciente”.

España en el estudio del cáncer de mama y el embarazo

El estudio incluyó pacientes de 116 centros en 20 países: 23% de América del Norte, 16% de Asia/Pacífico y Medio Oriente y 61% de Europa, de los cuales 72 pacientes proceden de 18 hospitales españoles y han sido reclutados a través de los grupos de investigación SOLTI y GEICAM.

Los investigadores siguen haciendo un seguimiento de las participantes del estudio para evaluar el riesgo de recurrencia con el tiempo, ya que “el breve seguimiento hasta la fecha es una limitación del estudio POSITIVE, ya que el cáncer de mama hormonal puede reaparecer años después”. del diagnóstico inicial.

El estudio es promovido y liderado a nivel mundial por el International Breast Cancer Study Group (IBCSG), una división de la ETOP-IBCSG Partners Foundation y por la Alliance for Clinical Trials in Oncology in North America, en colaboración con el Breast International Group (BIG) , que opera a través de los grupos SOLTI y GEICAM en España.

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