El Instituto de Investigación Vall d’Hebron (VHIR) ha demostrado en modelos animales la eficacia de un fármaco para prevenir el desarrollo de metástasis en dos tumores infantiles, el neuroblastoma y el rabdomiosarcoma, y en el cáncer de mama, aunque aún queda por determinar en qué subtipos trabajará.
Las metástasis son responsables de más del 90% de las muertes por cáncer, pero hasta el momento existen muy pocas terapias específicas para prevenir la propagación de células malignas por todo el cuerpo.
El estudio, publicado este miércoles en la revista “Ciencias de la vida celular y molecular”ofrece una posible nueva estrategia terapéutica que ha demostrado ser eficaz en ratones, a la espera de la próxima corroboración de los resultados en un ensayo clínico en humanos.
Inhibidor de una proteína clave en el desarrollo de metástasis
El protagonista es el fármaco RA08, desarrollado por el VHIR y la biotecnológica BCN Peptides, que actúa como inhibidor de una proteína, la integrina alfa9 (ITGA9), clave en el desarrollo de metástasis.
En ratones, los investigadores han observado que entre el 50 y el 70 % de los animales medicados no desarrollaron metástasis de dos de los cánceres infantiles más comunes: el neuroblastoma, que se produce cuando los tumores aparecen en el tejido nervioso, y el rabdomiosarcoma, cuando se originan en los tejidos blandos. como los músculos.
En cuanto al cáncer de mama, los investigadores no han visto reducciones completas sino una disminución en la intensidad de la metástasis, con un 50 % menos de focos.
Los tres tumores tienen en común altas tasas de supervivencia, que sin embargo se reducen mucho cuando los pacientes desarrollan metástasis.
“El fármaco está diseñado para prevenir la formación de metástasis, no para tratar las que ya se han desarrollado, por lo que sería más un tratamiento preventivo”, destacó el Investigador principal del grupo de Cáncer y Enfermedades Hematológicas Pediátricas del VHIR, Josep Roma.
El investigador del VHIR ha destacado que no sin efectos secundarios del fármaco en ratones, por lo que, si se confirma esta baja toxicidad en humanos, podría utilizarse en cualquier paciente de estos dos tipos de cáncer infantil estudiados, con el fin de prevenir la metástasis y reducir la mortalidad.
Pero sobre todo, ha apuntado, estaría indicado en pacientes con algunos subtipos de tumores que ya se sabe de antemano que tienen una alta probabilidad de metástasis.
En cuanto al cáncer de mama, Roma ha indicado que, en base a observaciones en ratones, puede constituir una estrategia “interesante” para la prevención de metástasis, aunque ha destacado que faltan estudios para determinar en qué subtipos de tumores funcionaría.
Lo mismo con tumores de diferente naturaleza: “Los resultados han sido tan buenos que estamos convencidos de que se puede trasladar a otros cánceres, en niños o adultos, pero necesitamos más tiempo para investigar”, subraya Roma.
Esta investigación se inició gracias a las ayudas del programa TV3 La Marató 2009 y posteriormente recibió ayudas de ACCIÓ/FEDER (RIS3CAT) y del Instituto de Salud Carlos III.
También han colaborado la Fundación Albert Bosch, la asociación Mi compañero de viaje, la Fundación Abidal y la asociación Tot per tu.