El milagro “Bran” del trasplante capilar

El milagro “Bran” del trasplante capilar

El periodista Joan Guirado, de 32 años de edad, se practicó en 2018 un primer y descorazonador trasplante de pelo en Turquía; en la capital otomana le extrajeron 1.800 bulbos pilosos del cuero cabelludo en su zona occipital, y le mandaron de vuelta a su casa en un “triss trass“.

Cuatro años después de aterrizar en el aeropuerto de Barajas, necesita salvar con urgencia su pelo no trasplantado, que sigue sufriendo el daño androgenético, y realizarse, por añadidura, un segundo y esperanzador trasplante que complete su ilusión de peinarse el flequillo.

De paso, el Dr. López Bran solventará una ñapa de cicatrices que le hicieron en la zona donante, en la parte lateral de la nuca, área de donde también se sacan un buen número de folículos rejuvenecedores.

“Con la técnica de micropigmentación tatuaremos puntos negros minúsculos para disimularlas, creando así la sensación visual de que el cuero cabelludo cicatrizado tiene pelo”, explica.

Es evidente que Joan no es feliz con su imagen capilar, ni la de ahora ni la de antes, ya que la alopecia siempre ha sido un lastre para su desarrollo profesional.

“La imagen personal es algo que nos preocupa a todos, más aún si tienes cierta proyección pública. Cuando te sientes a disgusto te afecta en tu día a día”, razona.

Tanto es así que Joan ha recibido algunos comentarios punzantes, incluso del entorno más cercano: “Algunos con mala leche”, señala el periodista.

Por su profesión, en la que suele aparecer en la prensa digital con vídeos y fotografías, también es recomendable mantener una buena imagen capilar.

“Vivimos en un tipo de sociedad en la que causar la mejor impresión te aporta un plus personal y laboral. En periodismo, además, una buena imagen capilar realza el perfil profesional de cualquiera”, subraya.

Joan Guirado

Para Joan, la posibilidad de recibir este tipo de terapias capilares, que consiguen trasplantar folículos pilosos del propio paciente, mantenerlos vivos y vigorizarlos hasta que vuelvan a lucir libres al viento, es una bendición de Dios.

Una vez superada la fase del miedo a los pinchazos y la microcirugía, Joan irá “a por todas” en la Clínica Imema… pero antes le espera un análisis detallado de sus folículos pilosos y el cuero cabelludo con la Dra. Raquel Pérez Mesonero, dermatóloga, cirujana y especialista en tricología.

El tricoscopio, herramienta imprescindible del diagnóstico alopécico

El tricoscopio digital es una herramienta de diagnóstico por imagen realmente eficaz para determinar el tipo de alopecia que sufren en su cabeza la mayoría de los hombres, y también muchas mujeres, a medida que van cumpliendo años.

“La anamnesis de este caso ya nos indica que Joan sufre alopecia androgenética o calvicie común, pero será la técnica triscoscópica la que confirme al 100% el origen de la pérdida de su pelo”, dice la dermatóloga.

En un examen tricoscópico, que aporta imágenes de alta resolución en una pantalla, se observan los detalles y características tanto del cuero cabelludo como del pelo. Es una exploración básica e indispensable para un diagnóstico certero.

“En la cabeza de Joan vemos una clara miniaturización de los folículos, pero no del pelo que fue trasplantado en Turquía, que se conserva grueso, sino del pelo remanente, para el que no se recomendó tratamiento médico alguno, ni a nivel de prevención ni de cuidados”, expone.

Trasplante capilar

El pelo que sufre el ataque androgenético tiene una sensibilidad especial a las hormonas masculinas (testosterona y dihidrotestosterona), aunque estas hormonas se encuentren en niveles normales en sangre.

“El efecto continuado de estas hormonas masculinas sobre los receptores del bulbo piloso provoca que los pelos se vayan haciendo más débiles y pequeños a la vez que se acorta progresivamente su ciclo de crecimiento”.

“Y para cuidar el pelo no trasplantado es imprescindible realizar un tratamiento personalizado, con el que se consigue evitar la pérdida capilar; incluso, se recuperará parte del pelo perdido, como pueda ser el caso de Joan”.

Dra. Raquel Pérez Mesonero

¿De qué tratamientos farmacológicos dispone la tricología para cumplir estos objetivos?

“El arsenal es muy amplio. Desde minoxidil, diversos tipos de antiandrógenos, plasma rico en plaquetas (PRP), infiltraciones, mesoterapia de algunos fármacos, como el dutasteride, etc. Todos ellos, usados en combinación y dependiendo de las características del paciente, pueden resultas muy beneficiosos”, responde.

Otras notas de Salud:  Sube la incidencia de coronavirus tras la Semana Santa y leve repunte en hospitalizaciones

¿Y qué efectividad real y seguridad demuestran estos tratamientos alopécicos?

“Todos los tratamientos están desarrollados y contrastados bajo la lupa de la investigación científica, y han demostrado tanto su eficacia como su buen perfil de seguridad”, destaca la especialista en tricología.

“Los tratamientos en su presentación tópica mantienen una eficacia moderada y limitada, por lo que se suelen usar en casos leves. Los tratamientos orales demuestran un plus de eficacia respecto a los tópicos”, especifica.

“Por ejemplo, los tratamientos infiltrados mediante mesoterapia se convierten en un complemento, ya que potencian los efectos de los mismos fármacos en dosis orales”, detalla.

Y recalca que “todos tienen un muy buen perfil de seguridad, que se explica a cada paciente antes de la pauta, y generalmente no causan problemas o efectos secundarios”.

La Dra. Raquel Pérez Mesonero prescribe a Joan un tratamiento de mantenimiento y recuperación capilar con dutasteride, dosificado a través de mesoterapia -fármaco inyectado en el cuero cabelludo-.

El enfermero especialista en tricología, Vidal Domínguez Rodríguez, será el encargado de realizar este procedimiento terapéutico con dutasteride.

Trasplante capilar

Vigorizar el pelo con dutasteride antes y después de un trasplante capilar

El medicamento dutasteride, cuando se utiliza mediante técnica de mesoterapia en el cuero cabelludo para evitar la pérdida de los folículos pilosos, es seguro y eficaz tanto para el hombre como para la mujer, especialmente en aquellos casos de alopecia androgenética o calvicie común.

Dutasteride inhibe hasta en un 95% la acción de la dihidrotestosterona, enzima que transforma la testosterona (hormona que desarrolla los caracteres sexuales masculinos) en un andrógeno mucho más potente, devastador para la raíz del pelo.

“Planificadas cuatro intervenciones anuales, en cada sesión trimestral se aplican 30 ó 40 ‘minipinchazos‘ en el cuero cabelludo prácticamente indoloros, ya que el medicamento va diluido en anestésico”, cuenta el enfermero Vidal Domínguez.

“El dustasteride intralesional -inyección directa al objetivo- se deposita alrededor del bulbo piloso. Al ser un fármaco que protege contra la alopecia androgenética detiene con notable eficacia la caída del cabello”, recalca

“Los pinchazos no te los esperas y te los clavan ahí, un poco a traición, ironiza Joan; pero si son para la salud de mi pelo, bienvenidos sean… Son como las puyas periodísticas a los políticos, que tienen que responder para quedar bien ante la gente”.

El dutasteride inyectado también ofrece “abono para la zona dadora antes de un trasplante capilar, así como refuerza la zona receptora donde se injertan los bulbos pilosos trasplantados”, apunta el enfermero especialista en tricología de la madrileña Clínica Imema.

Otras notas de Salud:  Tres enfermedades infecciosas olvidadas que podrían resurgir

El periodista Joan Guirado, que tiene previsto acudir en noviembre a la Cumbre del G-20 en Bali, Indonesia, espera, para entonces, que su pelo haya ganado “alguna presencia testimonial” en la cabeza.

Pero ante los deseos, una realidad.

“Los primeros indicios pilosos del tratamiento con dutasteride se empiezan a notar a partir del tercer mes desde su aplicación. El resultado final no se obtendrá hasta pasado un año o quizá dieciocho meses”, matiza el enfermero a Joan antes de que el paciente entre en la consulta del Dr. Eduardo López Bran.

Trasplante capilar

El milagro del trasplante capilar: “Dejar de ser calvo”

Cuando los hombres y las mujeres toman la decisión de practicase un trasplante de pelo para mejorar su imagen personal, deben tener muy en cuenta que los folículos pilosos de su cabeza no trasplantados seguirán sometidos al proceso natural de la calvicie común.

Esta máxima demostrará toda su eficacia preventiva si el paciente decide intervenirse en un país diferente al de su residencia habitual, ya que los tratamientos posquirúrgicos y las consultas periódicas con el cirujano especialista “son fundamentales” para que el pelo trasplantado crezca con fuerza y vigor.

Es más, si el paciente queda insatisfecho del resultado del primer trasplante capilar, porque el diseño y la ejecución de la microcirugía no haya colmado sus expectativas, necesitará, en muchas ocasiones, “un milagro para que vuelva a lucir el pelo que sueña ante el espejo”, asegura el Dr. Eduardo López Bran.

Ha sido el caso de Joan, que ha continuado perdiendo pelo, a pesar del trasplante en Turquía.

“Estos pacientes trasplantados no suelen recibir un tratamiento para evitar la pérdida continua del pelo superviviente; es la causa principal, junto al paso del tiempo, que conduce a un nuevo trasplante capilar. De ahí la importancia de que preservemos, conservemos una zona donante suficiente para próximos trasplantes capilares”, sostiene.

¿Existe algún tipo de contraindicación en mi caso, pregunta Joan, puesto que mi zona donante está afectada a modo de pegote sin pelos?

“No, aunque al mostrar esta zona una extracción importante de unidades quizá, con el pelo muy cortito o si fijamos mucho la atención sobre ella, podría ser perceptible la disminución de la densidad”.

“Esta circunstancia nos obliga a ser más precavidos y cuidadosos en este segundo trasplante, ya que nos enfrentamos a un mayor nivel de dificultad, puesto que la zona donante ha sido desgastada, y en tu caso incluso casi arrasada”.

“No podremos sobreextraer folículos y agrandar ese efecto de visibilidad de la calvicie en la zona de la nuca, que delataría que se ha realizado un trasplante; y en este caso un segundo trasplante”.

¿Mi necesidad está localizada en la parte delantera, para disimular más aún la calvicie, verdad?

“Al ser un paciente joven, la zona nuclear del trasplante debe ser en la zona frontal, anterior. Este tercio de la cabeza, la mitad anterior, es nuestro objetivo”.

“Como el número de unidades que tenemos a nuestro alcance no es ilimitado y el número de folículos pilosos estará condicionado por una zona donante ya desgastada, habrá que optimizar su utilización, es decir, implantarlas con todo el mimo posible, con mucho cuidado y abonándolas convenientemente, en la zona anterior, donde vivirán ya para siempre”.

¿Podré realizar el gesto de peinarme el flequillo con la mano?

“Estoy convencido de que sí… vamos a repoblar tu zona receptora o área calva de la forma más densa posible y más estéticamente aceptable para rejuvenecer todavía más tu imagen capilar y, de paso, tu imagen personal y laboral”.

Conversación entre el médico y el paciente

Este dermatólogo y experto cirujano a nivel mundial, director médico de la madrileña Clínica Imema, ha tenido que emplear toda su experiencia capilar para ayudar a Joan Guirado a recuperar ciertas sensaciones de felicidad. La microcirugía ha obrado “casi un milagro” que se visualizará en poco más de un año o dieciocho meses con un pelo denso y radiante.

Otras notas de Salud:  La enfermedad del sueño o la picadura de la mosca tsetsé
Trasplante capilar

Antes de la cirugía se diseña la zona receptora o área calva a repoblar con los folículos pilosos que se extraerán, uno tras otro, de la zona dadora, en la nuca. Joan luce dos entradas mayúsculas en forma de “V” en la zona frontoparietal de su cabeza, un aspecto al que no dieron suficiente importancia durante el primer trasplante en Turquía.

El Dr. López Bran persigue ensanchar el macizo central, repoblado ya en un primer trasplante, “que ha quedado un poquitín estrecho”. Lo ampliará alrededor de dos centímetros a cada lado, redondeando, también, el ángulo de la “V” que se desliza en el cuero cabelludo como una pista de aterrizaje.

Trasplante capilar

El paciente recibe un tratamiento anestésico por vía intravenosa en el quirófano. La médica especialista permanecerá al lado del paciente hasta su total recuperación posquirúrgica.

Además, se adormece el cuero cabelludo de Joan con inyecciones de anestesia para que no sienta molestia alguna. El cirujano le realizará alrededor de 1.700 extracciones de folículos pilosos de la zona dadora que luego introducirá, uno a uno, en la zona receptora o área calva a repoblar.

Trasplante capilar

El cirujano López Bran dibuja las zonas de trabajo sobre el cuero cabelludo de Joan totalmente rasurado, higienizado y aséptico. Dispuesto para el trasplante capilar.

Trasplante capilar

Una vez finalizada la extracción de los 1.695 folículos, que se han cogido de áreas no habituales dado el caso, se comprueba a simple vista, y no es necesaria una mirada experta, que la zona dadora de la nuca estaba casi arrasada.

La extracción de Turquía fue desigual, por denominarlo de alguna manera y, para más inri, se aprecian las cicatrices posquirúrgicas de la capital otomana, sobre todo en las áreas laterales.

Trasplante capilar

Las cicatrices del anterior trasplante, encima de dificultar el trabajo, obligarán a Joan a recibir un tratamiento de micropigmentación, que no es otra cosa que tatuar pequeños puntos negros en las cicatrices para que ese cuero cabelludo afectado aparente disfrutar de folículos pilosos.

“Siempre hay que optimizar la zona donante, preservar recursos para el futuro; incluso si el paciente recibe un tratamiento farmacológico de preservación de su pelo no trasplantado”, enfatiza.

Trasplante capilar

El Dr. Eduardo López Bran ha llevado a cabo una microcirugía de trasplante capilar precisa y definitiva en la cabeza de Joan Guirado. Ha implantado en la zona receptora los 1.695 folículos extraídos de forma rigurosa y ordenada; pensando, desde la fase del diseño, en la satisfacción a corto, medio y largo plazo del paciente… en su felicidad presente y futura… “y sin crear falsas expectativas”, concluye.

Trasplante capilarJoan, ¿es necesario tener pelo para ser feliz?

“Todos necesitamos querer, sentirnos queridos y ser queridos; y, al final, el pelo ayuda a que te sientas bien y te veas bien, tanto delante de un espejo, frente a las personas de tu entorno social y laboral como en las pantallas del teléfono móvil, la tableta, el ordenador o la mismísima televisión”, reflexiona.

Dejá un comentario