Mortalidad cardiovascular en mujeres: hábitos con mayor riesgo

El sedentarismo, el tabaco y la falta de verdura: un estudio demuestra hasta qué punto determinados hábitos de vida pueden estar relacionados con la mortalidad cardiovascular en mujeres menopáusicas


EEFE/EPA/SASCHA STEINBACH

La reciente publicación en Revista Española de Cardiología (REC) de un estudio que asegura que existe una relación directamente proporcional entre determinados hábitos nocivos y la mortalidad cardiovascular en mujeres mayores de 50 años arroja luz sobre un problema social que arrastramos desde hace mucho tiempo: la estilo de vida sedentario.

En EFEsalud contamos con el Dr. Vicente Bertomeu-González uno de los autores de dicho estudio, para abordar el tema desde un punto de vista práctico: ¿Cómo afecta al corazón? ¿Se puede revertir el daño?

Influye en la mortalidad cardiovascular en las mujeres…

El estudio revela que los tres factores externos (y por tanto modificables) que tienen un mayor impacto en el riesgo de mortalidad cardiovascular en mujeres en edad menopáusica son, por orden de importancia, el sedentarismo, el tabaquismo y la ingesta insuficiente de vegetales.

¡No te sientes todo el día!

De esta forma, se estipula que la muerte cardiovascular es tres veces más probable entre aquellas mujeres cuya jornada se basa en el descanso frente a aquellas que en su día a día realizan actividades que implican algún esfuerzo físico, por mínimo que sea. Por supuesto, la pregunta es esta: Muevete. ¿El problema? Que nosotros no.

“En nuestro país tenemos una gran epidemia de sedentarismo y sobrepeso”, dice el experto.

Y es que la comodidad nos puede llegar en la mayoría de las ocasiones. Aunque Bertomeu aclara: el deporte es importante, pero tener una rutina diaria en la que el individuo haga algo más que sentarse es más importante que ir al gimnasio dos veces por semana.

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En este sentido, el Trabajo de oficina influirán mucho: en este tipo de profesiones no estar sentado no es una opción.

Sedentarismo, mortalidad cardiovascular, mujeres.
EFE/Alberto Estévez

Lo que ya sabemos sobre el tabaco

Como se mencionó anteriormente, el segundo factor que más aumenta el riesgo de muerte cardiovascular en mujeres en el rango de edad indicado es el tabaco. Las mujeres que fuman tienen un 81,6% más de probabilidades de morir por esta causa que las que nunca han fumado.

varios vegetales

En tercer lugar encontramos el consumo de vegetales frescos.

“El estudio ha concluido que la probabilidad de morir por problemas cardiovasculares es ocho veces mayor que no consumir la ración mínima recomendada de verduras”, apunta el cardiólogo.

Esto se traduce en un aumento del 75,8% en la probabilidad de muerte si la dieta no incluye al menos el consumo de verduras frescas más de tres veces por semana.

Pero también hay factores no modificables.

El Dr. José Antonio Quesada, otro de los participantes en el estudio, destaca el hecho de que, dentro del variables sociodemográficasla edad es la única que presenta diferencias en el riesgo de muerte.

“Por cada año que cumple una mujer, el riesgo de mortalidad cardiovascular aumenta un 14%”, explica Quesada.

Pero además de la edad, Bertomeu añade factores que también pueden afectar a las cifras como la hipertensión, el azúcar, el colesterol.

Por ello, el estudio contempló el seguimiento de 5.953 mujeres de entre 50 y 103 años con diferentes patologías, como hipertensión arterial (que la padece el 42% de las participantes), hipercolesterolemia (34%) y diabetes (14%). .

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La selección de esta muestra no es aleatoria: el objetivo era que las cifras fueran representativas de toda España.

Pero más allá de los resultados del estudio, conocer los estragos de este tipo de hábitos es fundamental.

“Se sabe desde hace años que estos factores modificables afectan el funcionamiento del corazón, lo que se desconocía era el peso que realmente tenían”, cuenta a EFEsalud el cardiólogo.

El estudio aporta importantes cifras que hacen visible la necesidad de tomar cartas en el asunto. Porque quien paga las consecuencias es nuestro cuerpo.

¿En qué medida afecta al corazón?

La consecuencia de este tipo de hábitos cotidianos es lo que conocemos como arteriosclerosis, el endurecimiento y obstrucción de las arterias del sistema circulatorio, que es la causa de infartos y infartos, entre otras cosas.

¿Puedo revertir el daño?

Pero no sembrar el pánico. El daño se puede revertir. Aunque hasta cierto punto y no siempre del todo.

En el caso de no haber sufrido un ataque al corazón o ictus, podemos mantener la viabilidad del sistema circulatorio para evitar que se desarrolle. En otras palabras, se puede prevenir siempre que se inicie a tiempo.

Pero lo principal es eso: abordar los malos hábitos cuando todavía hay tiempo.

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