Estaba destinado a durar toda la vida, pero los gustos, las modas e incluso las personas pueden cambiar con los años. Afortunadamente, la tecnología médica actual permite eliminar muchos de estos tatuajes.
“Hace años, eliminar tatuajes era casi una utopía debido a los tratamientos costosos y prolongados. Además, no siempre se consiguió un resultado sin marcas. Ahora contamos con un láser de alta eficiencia que nos permite recuperar una piel limpia sin rastro del pasado”, afirma Cristina Álvarez, experta en estética y cofundadora de los centros que llevan su nombre, ubicados en Madrid.
Cuando un paciente quiere quitarse un tatuaje de la piel, es importante que esté bien informado y tenga conocimientos sobre el proceso del tatuaje en sí.
Disponer de información fiable te hará sentir seguro antes del tratamiento y sabrás elegir la tecnología y los profesionales adecuados para que sea seguro y eficaz.
La Dra. Mercè Campoy, especialista en medicina, destaca la importancia de conocer el procedimiento por el que se realizan los dibujos en la piel.
En este sentido, explica que, al hacerse un tatuaje, se lesiona la piel para depositar partículas de tinta en la dermis.
Estas partículas son lo suficientemente grandes como para que el sistema inmunitario no pueda absorberlas y eliminarlas, por lo que el patrón puede durar toda la vida.
¿Se puede quitar un tatuaje?
El especialista explica que, con el láser, se envían ondas de choque con energía suficiente para romper las partículas de tinta. De esta forma, se hacen más pequeños para que el cuerpo pueda enviar los macrófagos y estos puedan eliminarlos a través del sistema linfático.
Los macrófagos son células del sistema inmunitario que ingieren bacterias y otras sustancias extrañas al organismo.
De esta forma, se puede decir que el láser ayuda al cuerpo a continuar un proceso natural. “No es el láser el que quita el tatuaje, sino nuestro propio cuerpo”, enfatiza el Dr. Campoy.
Para eliminar un tatuaje se necesitan varias sesiones, no es posible hacerlo de una sola vez. El número total de sesiones depende de múltiples factores.
Por un lado, el cuerpo de cada persona, sus macrófagos y su sistema linfático es diferente al resto.
Por otro lado, no es lo mismo eliminar un tatuaje profesional, uno amateur, un cover (un tatuaje que modifica otro tatuaje anterior), uno tribal o uno difuminado.
Así, la experta afirma que los principales factores que influyen en el proceso de eliminación de tatuajes son: el tipo de tinta que utiliza el tatuador, la zona del cuerpo y la edad del tatuaje, pues cuanto más antiguo, mejor. responde al láser.
Se entiende que un tatuaje es reciente hasta los 3 años y, a partir de los 5 años, se empieza a considerar antiguo. Los colores del tatuaje también son fundamentales para el proceso de borrado. El Dr. Campoy señala que el negro siempre es el más fácil de borrar.
Del mismo modo, el Dr. Donís Muñoz, dermatólogo y autor del libro “Tratado sobre tatuajes. Claves para la eliminación del láser”, indica que la dificultad para borrar los diferentes colores depende del tipo de láser Q-Switched utilizado.
Sin embargo, el negro, el azul oscuro y el rojo son los más fáciles de borrar. En cambio, los colores más claros como el amarillo, el celeste o el blanco suelen ser más difíciles.
Respecto al color rojo, la Dra. Muñoz advierte que es el que con mayor frecuencia provoca reacciones anormales y efectos no deseados, tanto al poco tiempo de tatuarse como a largo plazo. Por el contrario, el negro es “el más seguro y es raro que presente efectos adversos”, señala.
Entre 6 y 8 semanas
Entre una sesión de láser para eliminar tatuajes y la siguiente, es necesario dejar pasar el tiempo. “El intervalo mínimo entre sesiones es de 6 a 8 semanas, aunque cuanto mayor sea el intervalo entre ellas mejores resultados se obtendrán pudiendo ser necesario un menor número de sesiones.
Otro factor a tener en cuenta es la urgencia que pueda tener el usuario para eliminar sus tatuajes. “De hecho, en ocasiones, el intervalo entre sesiones está condicionado por exigencias de fuerza mayor de carácter laboral, sentimental, etc.”, detalla la dermatóloga.
Después de cada sesión se necesitan una serie de cuidados. El Dr. Campoy explica que, al final de cada uno, la piel está hidratada y curada.
Durante los días siguientes “se aplicará una pomada antibiótica cada 8 horas. Además, hay que tapar el tatuaje para evitar la exposición al sol”, subraya.
Asimismo, la especialista destaca la importancia de mantener la piel hidratada.
Respecto a otros procedimientos para eliminar tatuajes sin láser, el Dr. Campoy afirma que métodos como la dermoabrasión, la salabrasión, la cirugía, los ácidos, las cremas o la congelación son “tratamientos obsoletos”.
El especialista advierte que pueden producir “cicatrices engrosadas, causar infecciones y decoloración de la piel y no garantizan los resultados deseados”.
“En general son tratamientos que no recomendamos. El método más adecuado para la eliminación de tatuajes es el láser”, concluye.