El lipedema es una enfermedad del tejido graso casi exclusiva del sexo femenino, desconocida, infradiagnosticada y frecuentemente confundida con linfedema u obesidad. Se presenta con hinchazón en las piernas y, a veces, también en los brazos.
“Todavía es una enfermedad muy desconocida, tanto para la población general como para los médicos especialistas que pueden recibir a estos pacientes en sus consultas”, afirma el doctor María Eugenia Calvo Cotadoespecialista en cirugía plástica, estética y reparadora de Sevilla, con amplia experiencia en el tratamiento de pacientes con lipedema.
Tanto es así que, hasta mayo de 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la consideraba una patología, aunque fue descrita en 1940.
Las manifestaciones suponen un deterioro en la calidad de vida de los pacientes por el impacto físico, psicológico y social que conlleva, produciendo dolor e hinchazón en las extremidades en el 70% de los casos.
Por ello, lograr que estos pacientes tengan un diagnóstico en estadios más tempranos de la enfermedad es clave para evitar que desarrollen problemas mayores como insuficiencia venosa, linfedema o que requieran tratamientos más invasivos, “que podrían evitarse con un manejo adecuado en los estadios iniciales”. de la enfermedad”, defiende la especialista.
Los pacientes con esta patología acuden a diferentes profesionales debido a la disparidad de síntomas y signos que presentan, como el dolor en las extremidades inferiores y su aumento de volumen.
Tratamiento del lipedema
En cuanto a tratamientola más conservadora con dieta, ejercicio y medias de compresión es fundamental en todas las mujeres con lipedema, y mejora mucho los síntomas de la enfermedad, sobre todo en las primeras fases.
En casos más avanzados o en los que estas medidas no son suficientes, es necesario realizar un tratamiento quirúrgico que, si bien no es curativo, es el único que permite extraer la grasa patológica y reducir la carga de la enfermedad, mejorando síntomas a corto y largo plazo. plazo, siempre y cuando el paciente mantenga un estilo de vida saludable.
La obesidad, la inmovilidad, la insuficiencia, los cambios hormonales, linfáticos y venosos son factores agravantes del lipedema en la mujer.
Así afecta el lipedema
A nivel estético, las mujeres con lipedema suelen tener tobillos con presencia de grasa en los costados, o en la columna vertebral, así como grasa en la cara posterior interna y externa de la tibia, pero los pies no se ven afectados.
En cuanto a la afectación de la patología, los pacientes tienen una experiencia muy variable de la enfermedad, algunos presentan síntomas leves a pesar de que la enfermedad es muy desfigurante, y otros presentan dolor sólo a la presión.
Con menos frecuencia, el dolor es constante y empeora al final del día.
Este grupo de pacientes puede tener una importante limitación en su día a día, en el trabajo y a la hora de realizar actividad física, lo que se traduce en una peor evolución de la enfermedad.
Por otro lado, el sedentarismo le afecta de forma muy negativa, por lo que el confinamiento, la falta de actividad física, unido al miedo a acudir a los centros de salud, por el miedo al contagio en los primeros meses tras el confinamiento, ha hecho que muchos Los pacientes con una enfermedad más o menos controlada desarrollan síntomas mucho más pronunciados y limitantes.
Actualmente no existe un protocolo específico para el tratamiento del dolor en pacientes con lipedema, dada su falta de caracterización.
La terapia de compresión, el drenaje linfático manual, el tratamiento de fisioterapia y la liposucción han demostrado ser útiles para reducir el dolor característico de esta enfermedad.
En particular, se ha demostrado que la terapia de compresión es útil para reducir el dolor cuando se usan prendas adecuadas y los pacientes las usan correctamente.
Desde las asociaciones de médicos y pacientes con lipedema se ha defendido la apertura de nuevas líneas de investigación dirigidas al estudio del tejido adiposo, para intentar esclarecer si los mecanismos circulatorios sanguíneos y linfáticos participan en la etiopatogenia de esta patología o coexisten con ella.
factor hereditario
Se sospecha de un factor hereditario, ya que suele afectar a varias mujeres de una misma familia, y de uno hormonal, ya que afecta casi exclusivamente al sexo femenino y aparece después de la pubertad.
Debe diferenciarse del sobrepeso/obesidad, aunque se puede asociar a ella, aunque los depósitos grasos del lipedema responden mal a los regímenes dietéticos y también se pueden observar en mujeres sin sobrepeso.
Por último, cabe destacar que los pacientes con esta patología que mantienen un peso normal y realizan actividad física de forma habitual presentan menos síntomas, mejor capacidad funcional y menos complicaciones que los que no.