El gerontólogo y biólogo celular ítalo-estadounidense Valter Longo, profesor de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California (USC) en los EE. UU., es uno de los principales expertos mundiales en cómo funciona una dieta antienvejecimiento.
Además, ha sido el creador de la Dieta de la Longevidad (DdlL), que ha descrito y explicado en un libro con el mismo título.
El Dr. Longo, junto con la Dra. Rozalyn Anderson, profesora de geriatría en la Universidad de Wisconsin-Madison y coautora de la investigación, han revisado una amplia variedad de estudios nutricionales, desde estudios en animales de laboratorio hasta investigaciones epidemiológicas en poblaciones humanas. .
Esta revisión exhaustiva de la literatura científica sobre el aspecto de una dieta antienvejecimiento buscó identificar cómo la nutrición afecta la longevidad y una vida saludable.
Sus resultados dan una idea más clara de las características que debe tener la mejor dieta para tener una vida más larga y saludable, explica el profesor Longo.
La revisión de cientos de investigaciones anteriores se ha basado en estudios de varios aspectos de la dieta, desde la composición de los alimentos y las calorías ingeridas hasta la duración y frecuencia de los periodos de ayuno.
“Exploramos el vínculo entre los nutrientes, el ayuno, los genes y la longevidad en especies de vida corta. Conectamos estos vínculos con estudios clínicos y epidemiológicos en primates y humanos, incluidos los centenarios”, dice Longo.
alimentando la longevidad
Las características esenciales de esta dieta parecen ser una ingesta de moderada a alta de carbohidratos de fuentes no refinadas.
Una dieta óptima para la longevidad también debe incluir una cantidad baja pero suficiente de proteínas y debe provenir principalmente de fuentes vegetales.
También es importante comer suficientes grasas de origen vegetal para proporcionar alrededor del 30 por ciento de las necesidades energéticas de una persona, según estos dos investigadores.
Lo ideal en esta dieta “todas las comidas del día deberían realizarse en un periodo de 11 a 12 horas”, lo que permitiría un periodo diario de ayuno, aseguran.
Por otro lado, cada 3 o 4 meses se debe realizar un ciclo de 5 días de ayuno o “una dieta que imite el ayuno”. Puede ayudar a reducir la resistencia a la insulina, la presión arterial y otros factores de riesgo en personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad, según Longo y Anderson.
El Dr. Longo describe cómo sería una dieta antienvejecimiento en la práctica y en la vida real. Esto se basaría en seis puntos:
- Muchas legumbres, cereales integrales y verduras.
- algun pez
- Nada de carnes rojas o procesadas y muy poca carne blanca (aves)
- Pocos granos refinados y azúcar.
- Buenos niveles de frutos secos y aceite de oliva.
- un poco de chocolate negro
Además de cumplir estas características generales, debe adaptarse a cada individuo en función de su sexo, edad, estado de salud y genética. Esto requiere el consejo de un proveedor de atención médica especializado en nutrición.
Es una dieta basada en pequeños cambios que se pueden adoptar de por vida y enfocada al antienvejecimiento. Esto se puede complementar con atención médica estándar, lo que ayuda a evitar enfermedades y a mantener la salud hasta bien entrada la vejez, dice Longo.
Claves para vivir más
El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) está en la línea de las recomendaciones del doctor Longo en cuanto a la ‘Dieta de la Longevidad’, explica a Efe Andrea Marqués, experta en dietética y gastronomía de este centro.
Marqués destaca que las recomendaciones de la DdlL “se acercan mucho a nuestras recomendaciones habituales tanto para nuestros pacientes como para cualquier persona que quiera cuidar su alimentación y, por tanto, su calidad y esperanza de vida”.
En cuanto a los niveles de proteínas, desde el IMEO señalan que es importante que “sean suficientes para cada individuo y que incluyan proteínas de alto valor biológico”. Estos son aquellos que contienen todos los aminoácidos esenciales en las altas y adecuadas proporciones que el organismo necesita.
Este instituto coincide con Longo en la importancia de incluir proteínas de origen vegetal de fuentes como legumbres, frutos secos o cereales integrales, según Marqués.
Pero considera que “reducir en exceso la proteína de origen animal puede derivar en problemas como la sarcopenia (disminución de la masa muscular) y la homeostasis del hierro (alteraciones en los niveles de este mineral en el organismo), en edades avanzadas, aclara.
Es por ello que el IMEO recomienda “un consumo de fuentes proteicas de calidad al menos dos veces al día, incluidas las fuentes vegetales, y animales como pescado, huevos, carnes magras y carnes rojas, a tiempo”.
Las recomendaciones generales son, según Marqués:
- Consumo diario de verduras y frutas.
- Fuentes de grasas de calidad como frutos secos, aceite de oliva o cacao puro
Ayuno siempre bajo control de especialistas
Respecto al ayuno, al igual que el Dr. Longo, el IMEO considera normal y recomendable un ayuno diario de al menos 12 horas.
“Un ayuno de 14-16 horas también puede ser una buena y saludable opción para mantenerlo en el tiempo”, según Marqués.
Ayunos más largos “siempre recomendamos que se realicen bajo supervisión profesional, ya que pueden beneficiar a nuestra flora y sistema digestivo, pero no todos los pacientes los toleran correctamente”, apunta esta nutricionista.
El consejo del IMEO para promover la longevidad incluye una ingesta adecuada de líquidos, principalmente en forma de agua. De esta forma, se ayuda a nuestros sistemas linfático y renal a depurar el organismo.
Además, se deben mantener niveles adecuados de proteína vegetal de calidad y frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales antioxidantes.
Por último, no debemos olvidarnos del triptófano, un aminoácido esencial para el buen funcionamiento del organismo. Este nutriente está presente en la carne de ave, los huevos o el pescado azul.
Y también el magnesio, un mineral presente en los frutos secos, las verduras de hoja verde y los cereales integrales. Ambos son esenciales para un buen descanso y control del estrés.