Abecedario de la Psicología: Q de Querer

Nuevo capítulo del Alfabeto de Psicología que publica en EFEsalud el psicólogo Sergio García Soriano: Q de Querer

“Querer” según la RAE tiene dos significados, el primero desear/desear y el segundo: amar.

Vamos con el primero. Desde la psicología cuando decimos quiero “algo”, hay que saber pensar que lo quiero si le pongo trabajo detrás para conseguirlo, decir quiero no basta para saber que lo quiero sino que hay que analizamos el resultado y a partir de ahí sabemos que lo “queríamos”.

En cambio, en los “libros de autoayuda” se vende la idea de que “querer es poder”; Es una idea falaz, ya que el “querer” no siempre tiene esa fuerza, solo puede ser un deseo espurio.

Segunda acepción, querer/amar, querer es generar un vínculo afectivo hacia las personas de nuestro entorno, pudiendo diferenciar entre el amor familiar, el amor de pareja, el amor a las generaciones futuras, el amor a la profesión, al arte, a nosotros mismos. …

Querer no es un hecho natural que se nos da de antemano. Querer es un comportamiento que se puede aprender, enseñar y también practicar.

Además, más que un sentimiento o emoción, es una disciplina que requiere concentración, paciencia, superación del narcisismo.

Nuestros modelos, que hemos tenido desde pequeños y niños (nuestros padres, hermanos, abuelos…) son fundamentales para el desarrollo de habilidades y creencias personales, en este caso, sobre querer, amar a los demás oa uno mismo. .

Estas creencias a veces pueden ser saludables y otras veces pueden ser dañinas o generar mitos disfuncionales.

Por ejemplo: “amar es sufrir” o “mi felicidad depende de mi pareja”. De tal manera que estas frases te servirán de guía a la hora de relacionarte y amar.

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A medida que crecemos y nos desarrollamos nuestro autoconcepto (amarse a uno mismo) evoluciona y, al mismo tiempo, también nuestra forma de amar a los demás.

Estamos cambiando personalmente, tal como se hizo históricamente con el concepto del amor.

Es decir, pasamos de pensar que el amor es encontrar una mejor mitad (Platón), a pensar desde el amor cortés donde los trovadores cantaban cómo la dama es contemplada y conquistada por el hombre.

O el deseo del amo y la esclava de Hegel de abrazar un amor sano donde no exista la máxima dependencia de los demás y un conocimiento de uno mismo con un proyecto de pareja en el que se van a dar tres pilares fundamentales, la IPC del amor: Intimidad, Pasión y Compromiso.

Psicólogo Sergio García Soriano/Foto cortesía

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