Picor de oídos, otro clásico del verano

Durante el verano podemos sufrir picor de oídos y otitis externa por bañarnos en playas y piscinas. Sin embargo, un buen cuidado del oído puede prevenir estos problemas.


Durante el verano, la afección del oído que se presenta con mayor frecuencia es la otitis externa difusa, también conocida como otitis de la piscina u otitis del bañista. EFE/Uli Deck

Aunque las orejas no requieren cuidados especiales durante la mayor parte del año, el calor y el agua refrescante de los chapuzones en verano pueden favorecer la aparición de problemas, como picores, eczemas de oído o inflamación de la piel del oído externo.

El picor de oídos es un tipo de dermatitis muy común e incómoda. Con la llegada de la temporada estival puede intensificarse, ya que los cambios de humedad y temperatura propios de esta época favorecen su aparición.

Esta patología suele presentar síntomas de descamación y enrojecimiento. En ocasiones, puede cronificarse, por lo que conviene seguir ciertas pautas para prevenir su aparición.

La doctora Rocío González Aguado, miembro de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), explica a EFEsalud que el picor de oídos suele intensificarse en verano “porque los baños son más frecuentes, principalmente en la playa o en la piscina”.

Además, el experto advierte que “tener los oídos húmedos puede favorecer un cambio en el pH del conducto auditivo externo” y, de esta forma, otras patologías como la otitis externa, conocida como otitis del nadador.

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El picor de oídos o eczema de oído es un tipo de dermatitis muy común que se intensifica con la llegada del verano. EFE/David de la Paz

¿Cómo evitar el picor de oídos?

El picor de oídos o eccema ótico es una patología que puede afectar a personas de todas las edades, siendo en ocasiones recurrente, incluso crónica.

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La limpieza excesiva del canal auditivo o no secar bien los oídos después del baño o la ducha pueden causar este problema. Además, al ser una patología con mayor incidencia estacional, en verano puede aparecer con mayor frecuencia e intensidad.

Ante los primeros síntomas es vital acudir a un profesional, ya que puede alterar notablemente la calidad de vida de quien la padece.

Para evitarlo, el otorrinolaringólogo propone una serie de consejos a seguir:

  • Mantenga los oídos secos.
  • Ser muy cuidadoso a la hora de dejar el agua y secar el exterior con una toalla.
  • Secar con aire caliente de la secadora a distancia.
  • No introduzca ningún objeto ni palos.

Si el eczema es severo, el Dr. González señala que “debemos considerar usar tapones tanto en la ducha como en los baños de playa y piscina”.

“Cualquier eccema que afecte la entrada del conducto auditivo externo puede ser un foco de infección; Todo depende del grado de afectación. Si es un eccema leve y controlado, es posible que no haya episodios de infección, pero si es grave, la probabilidad es mayor”, apunta.

Otros cuidados en verano

Si no tenemos patologías que afecten al oído, no es necesario llevar tapabocas para bañarnos. En casos de perforación timpánica, algunas cirugías de oído o infecciones de repetición, el experto recomienda su uso.

“Si notamos que el agua se ha quedado adentro, puedes inclinar la cabeza hacia ese lado y mover la oreja con una toalla hasta que salga; Además, es efectivo dar un pequeño salto para que salga expulsado por efecto de la gravedad”, dice González.

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Cuando la piel de nuestro conducto está en óptimas condiciones, es decir, su pH no está alterado, y la membrana timpánica está intacta, la probabilidad de tener problemas por agua de mar es muy baja.

“El cerumen que se produce para mantener el pH en rango se genera en la zona más externa y se expulsa continuamente, junto con las partículas que hayan podido entrar en el oído”, subraya.

El médico describe que “no debemos preocuparnos por la entrada de arena porque las orejas tienen un mecanismo de autolimpieza”.

Como apunta el experto, “no se agradece más el cuidado que el sentido común” para las orejas en verano.

“No obstante -recuerda-, en casos concretos de problemas dermatológicos del conducto auditivo, como el eccema, será el especialista quien tenga que prescribir unas recomendaciones o un tratamiento adecuado para mantener la higiene de dicha zona”.

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