¿Qué tan importante es restringir el consumo de huevos? ¿Es cierto que contribuyen al aumento del colesterol? Estas son algunas de las preguntas que responde el podcast ‘A gusto con la Tierra’
El etiquetado de los huevos nos informa del método de crianza de la gallina, consejos de conservación, fecha de consumo preferente y el tamaño medio. EFE/Holger Hollemann
Hay muchas dudas y contradicciones sobre los huevos y si son saludables en la dieta. Por ello, Noelia López, nutricionista de Nestlé, desmiente todos los mitos sobre este alimento.
Los huevos son interesantes porque son alimentos proteicos gracias a la albúmina, que encontramos en mayor cantidad en este producto.
Si estamos siguiendo una dieta vegetariana, se pueden consumir en diferentes preparaciones. Este alimento aporta proteínas de alto valor biológico y son de fácil digestión.
“Esto significa que nuestro sistema digestivo es capaz de aprovechar todos estos nutrientes que se concentran principalmente en la clara de huevo”, dice la nutricionista Noelia López.
La experta recuerda que siempre deben estar cocidas porque cuando están crudas “la capacidad del cuerpo para aprovecharlas es limitada”. En el caso del huevo duro, se reduce a la mitad.
Grasas y proteínas saludables, nutrientes más destacados
En la yema hay grasa, pero mucha menos de lo que popularmente se cree. El 50% de la yema es huevo y el resto se reparte a partes iguales entre proteínas y lípidos. La mayoría de estas grasas son saturadas.
Las yemas aportan grasas mono y poliinsaturadas, por lo que tienen un perfil saludable. Es el caso del ácido oleico, el ácido linoleico y el Omega 3. También aporta colina, molécula presente en muchos procesos metabólicos, necesaria para el buen funcionamiento del organismo.
Además, tiene un alto contenido en vitaminas liposolubles como la A o la D, minerales como el fósforo, el hierro y el zinc, antioxidantes como los carotenoides y otros nutrientes.
¿Hay diferencias entre los tipos de huevos?
No todos los huevos son iguales, al igual que su impacto ambiental es diferente. Estos pueden tener un origen diferente y variar su producción. La alimentación de las aves es decisiva en la calidad nutricional del huevo.
El tipo de cría es importante porque acaba determinando la categoría y calidad del huevo. Una compra consciente con conocimiento contribuye a que sea más fácil llevar una alimentación sostenible y responsable.
El experto recuerda que “hay que saber estar atentos para poder comprar huevos de calidad y sostenibles”. La cáscara de los huevos lleva impreso un código de letras y números que recoge información de interés.
El primer número nos informa del método de cría y va del 0 al 1:
- O: gallinas ecológicas, que salen al aire libre y consumen pienso ecológico, para que haya bienestar animal.
- 1: gallinas criadas en libertad, pero que comen pienso libremente
- 2 – Gallinas criadas en el suelo que pueden moverse en un gallinero cubierto
- 3: aves criadas en jaulas
¿Cómo deben conservarse?
Es importante no lavar los huevos con agua y retirar cualquier residuo con papel toalla, pero sin utilizar líquidos que alteren la protección natural del huevo.
Los huevos no deben congelarse porque la cáscara puede agrietarse y cambiar su apariencia. Tampoco es recomendable dejarlos a temperatura ambiente o cerca de zonas donde cocinamos y la temperatura varía mucho.
La nutricionista recomienda utilizar la nevera y tratar de mantenerlos a temperatura constante. Por lo tanto, no se recomienda guardarlos en los estantes de la puerta del refrigerador.
“El mejor lugar es el estante central para evitar la condensación de la cáscara que favorece el crecimiento de bacterias como la salmonella. Esta podría penetrar dentro del huevo a través de los poros de la cáscara”, dice López.
Asimismo, es importante respetar la fecha de caducidad y no utilizar métodos caseros para determinar si se puede consumir.
Sumergir un huevo en agua para ver si flota ayuda a verificar la frescura del huevo, pero esto no significa que puedas ignorar la fecha de caducidad.
A medida que el huevo envejece, entra más aire en los poros de la cáscara y aumenta la flotabilidad. Por lo tanto, un huevo recién recogido del corral se hunde rápidamente.
¿Los huevos afectan el colesterol?
En la década de 1970, se recomendó limitar el consumo de huevos de la población a tres por semana debido al colesterol.
El experto explica que esta recomendación “está desfasada y hoy se sabe que comer un huevo al día no aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares ni aumenta el colesterol en personas sanas”.
La Fundación Española del Corazón recomienda una ingesta de tres a cinco huevos a la semana y sólo si se tiene el colesterol elevado se debe reducir a dos o tres huevos enteros y 4 o 5 claras a la semana.
En el caso de imperfecciones en los huevos, como arrugas o manchas de sangre, no presentan riesgo para la salud, por lo que pueden consumirse sin ningún problema.
Las cáscaras arrugadas son un defecto por la acumulación de calcio y nutricionalmente no tiene ninguna implicación. En el caso de las marcas de sangre, son imperfecciones debidas a desgarros y hemorragias.

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