Respirar es un arte olvidado, una ciencia de la que sabemos muy poco, pero de la que depende en gran medida nuestra salud, según James Nestor, investigador y periodista.
Este periodista estadounidense ha investigado durante más de una década y a través de viajes, documentación, entrevistas y experimentos, los impactos fisiológicos que produce la respiración en nuestro organismo.
Todo comenzó cuando Nestor practicó por primera vez una técnica de respiración llamada ‘Surdarshan Kriya’, que consiste en inhalar y exhalar lentamente.
Respira bien, mejor cura contra el estrés
Néstor recuerda que no pudo calmarse a pesar de seguir las instrucciones del instructor, pero perseveró. Se concentró y siguió respirando hasta que, en un instante, algo sucedió.
“Fue como si me agarraran y me llevaran a otro lugar. Cuando abrí los ojos estaba empapado en sudor”, describe.
La maestra se acercó y le preguntó si estaba bien. Le explicó que al aplicar esta técnica a la respiración, “cada inhalación nos da nueva energía y cada exhalación libera energía vieja y rancia”. Esa experiencia fue el detonante de su investigación.
“Si respiramos correctamente podemos reducir el estrés en nuestra vida, desterrar el dolor de espalda y dejar de roncar”, afirma Néstor, que ha convertido su investigación en un libro escrupulosamente documentado, titulado ‘Respirar’.
No solo eso: respirando mejor -realizando menos inhalaciones y exhalaciones e inhalando un menor volumen de aire- “podremos acabar con los problemas de sueño, disfrutar más de la sexualidad y prevenir el envejecimiento”, asegura.
“Asumimos que respirar es solo una acción pasiva e inconsciente, pero respirar correctamente requiere patrones que han sido estudiados y desarrollados a lo largo de la historia”, según este autor, quien organiza “retiros de respiración” en Costa Rica.
respirar como medicina
Nestor ha investigado textos antiguos de diferentes civilizaciones y la obra de personas de diferentes épocas que quedaron fascinadas con todo lo relacionado con el acto de respirar.
Descubrió que varias culturas, especialmente las orientales, usaban la respiración como una poderosa medicina.
Las primeras referencias con instrucciones detalladas sobre cómo regular la respiración, retener el aire y tragarlo, se recogen en siete libros del taoísmo chino que datan del año 400 a.C. (a.C.), según este autor estadounidense.
Agrega que en la cultura hindú las técnicas de respiración son muy importantes e incluso existen tratados que describen prácticas sofisticadas para equilibrar la respiración y preservar la salud tanto física como mental.
“También se sabe que los budistas usan la respiración no solo para alargar la vida, sino también para alcanzar niveles más altos de conciencia”, dice.
¿Cómo es la respiración perfecta?
Según los sabios de algunas culturas antiguas, la respiración perfecta requiere inhalaciones de 5,5 segundos y exhalaciones de 5,5 segundos, explica Néstor.
Explica que dentro de nuestros cuerpos se produce una transformación cada 3,3 segundos. Este es el tiempo que se tarda de media en inhalar y exhalar, y que “los miles de millones de moléculas que inhalamos con cada bocanada de aire influyen en nuestra salud y felicidad”.
“La clave para una respiración óptima es practicar hacer menos inhalaciones y exhalaciones e inhalar un volumen de aire más pequeño. La clave es respirar, pero respirar menos”, confirma.
Respirar correctamente es positivo en una época como la actual en la que las mascarillas se han convertido en un elemento imprescindible de nuestra vida.
Los ataques de virus afectan a nuestras vías respiratorias, ante lo que EFE ha consultado a Néstor sobre cómo abordar estos problemas.
Muchos beneficios y todos gratis
“La nariz es la primera línea de defensa de nuestro cuerpo, ya que no solo filtra el aire, lo calienta, lo purifica y lo presuriza, sino que el interior del órgano nasal emite óxido nítrico, una molécula que interactúa directamente con los virus. y bacterias, para eliminarlas”, explica.
Aunque no existe una forma de respirar que siempre y por completo nos proteja de dolencias como resfriados, gripe o covid-19, Néstor comenta que algunas formas de respirar pueden ayudar a promover nuestras defensas orgánicas naturales y reducir la cantidad de partículas virales que absorbemos.
“La forma en que respiramos también puede ayudar a contener los virus que tenemos dentro de nuestro propio cuerpo, ya que la nariz es un filtro natural, tanto del aire que absorbemos como del aire que exhalamos”, añade.
En opinión de Néstor, para ayudar a protegernos lo más posible de las enfermedades respiratorias contagiosas, lo más importante es “respirar por la nariz, inhalando y exhalando, incluso con mascarilla”.
Este tipo de respiración no solo reduce la carga viral que estamos absorbiendo, sino que también ayuda a relajar el cuerpo, lo que favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
¿La mascarilla influye negativamente en la oxigenación?
Por otro lado, James Nestor señala que hasta el momento no ha visto ningún estudio que demuestre que el uso de una máscara inhiba la oxigenación de alguna manera.
Sin embargo, usar una máscara que contenga químicos o toxinas no aprobadas puede causar ciertas irritaciones en el cuerpo, como cualquier otra sustancia, advierte.
Resalta que “además de ser gratis, respirar de manera saludable es algo que siempre vamos a celebrar porque solo ofrece beneficios e impactos positivos”.
Respirar bien “puede que no cure todos los problemas de salud que tenemos, pero en algunas situaciones puede mejorar nuestra salud y transformar nuestro cuerpo y estado psíquico de forma drástica”, destaca.
Para este experto, “es fundamental que el cuerpo permanezca cada día en un estado relajado, para que pueda curarse a sí mismo y reparar los posibles daños que haya sufrido”.
“Si estresamos innecesariamente a nuestro cuerpo, no tendrá tiempo de repararse de forma natural”, señala.
“Respiramos entre 20.000 y 25.000 veces al día y no debemos dificultar este proceso, sino hacerlo muy fácil y eficiente, para que nuestro cuerpo pueda funcionar de manera más eficaz y curarse a sí mismo, a través de autoreparaciones diarias, especialmente cuando estamos enfermos. . ”, cuenta a EFE.