Durante meses, la vacuna contra la covid-19 desarrollada por el equipo de Mariano Esteban fue el más avanzado de los proyectos españoles, pero ahora se ha retirado la petición de iniciar ensayos en personas, sin embargo, el virólogo asegura que este proyecto “no está muerto”
La investigación de nuevas vacunas es clave para controlar una pandemia. EFE/Fernando Bizerra Jr.
Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), no descarta que en algún momento se puedan realizar ensayos clínicos y ahora su equipo trabaja en base a ese prototipo para crear un nuevo “modificado y optimizado”. vacuna, con mayor capacidad. para neutralizar las variantes del coronavirus que están surgiendo.
El científico reconoce, en una entrevista con Efe, que puede parecer un “yoinconsecuencia“que se ha retirado la solicitud a la Agencia Española del Medicamento (Aemps) para iniciar ensayos clínicos, cuando la vacuna esta lista y los resultados en animales han sido buenos.
La petición de iniciar los ensayos se hizo el pasado mes de junio y la Aemps pidió algunas aclaraciones a lo que el equipo respondió, pero ahora se está completando la vacunación en España y “consideramos que el momento ya no es el mismo, por eso ha retirado el prototipo que se propuso inicialmente a la Agencia Española del Medicamento”.
Sin embargo, Esteban asegura que esta vacuna “no está muerta del todo”, por lo que no descarta que, en algún momento, se pueda presentar una nueva solicitud de ensayos clínicos, ya sea en España, como dosis de refuerzo, o en otros países. donde la tasa de vacunación es menor.
La vacuna “sigue viva” y, por tanto, desde el CSIC y Biofabri (la empresa que ha fabricado los lotes para los ensayos) “estamos totalmente abiertos” a que estos se puedan hacer. “¿Dónde? Dios dirá”.
Esteban destaca que su preparación “ha cumplido con creces el comportamiento exigido por los organismos reguladores y la comunidad científica”.
De hecho, el día 17, apenas dos días después de que se informara el retiro de la solicitud de ensayos clínicos, el equipo publicó un estudio en Frontiers of Immunology indicando que la vacuna “confiere una protección del cien por cien contra la infección por SARS-CoV-2” en macacos.
Además, un grupo de investigadores estadounidenses acaba de publicar un artículo sobre un prototipo de vacuna “muy similar a la nuestra”, procedente de un ensayo clínico en fase uno en el que “induce buenas respuestas de anticuerpos y celulares, es decir que la plataforma que venir de usar es muy bueno”.
Esteban no califica esta situación como un revés sino como “una adaptación de la situación. En ciencia siempre sigues aprendiendo cosas, optimizando y mejorando”.
Por eso, su grupo está tomando como base el prototipo de vacuna que habían creado (basado en una variante de la vacuna para erradicar la viruela), modificándolo e incorporando otras mutaciones para que tenga “una capacidad más universal”, frente a mutaciones de el covid-19 que están surgiendo.
En esta nueva etapa “ya estamos haciendo pruebas en modelos de ratón para los ensayos de eficacia”, luego deberá pasar las pruebas en otros animales “con la idea de que llegue a las fases clínicas siguiendo los protocolos establecidos”.
Este investigador ha recordado que el SARS-CoV-2 sigue circulando, mutando y desarrollando su resistencia para evitar el control del sistema inmunitario, por eso es importante mantener el desarrollo de vacunas y “hay ciencia española que va a seguir aportando diferentes candidatos”.
Otras vacunas españolas
El CSIC tiene otros dos proyectos de vacunas, liderados por Luis Enjuanes y Vicente Larraga, mientras que el creado por los laboratorios Hipra (Girona) es el más avanzado y espera comercializar su preparado en junio.
“Es importante y me parece genial que Hipra siga adelante y ya haya realizado tres fases de pruebas. Eso nos posiciona como empresas españolas que están ocupando espacios también a nivel general de capacidad productiva”.
El equipo de Esteban empezó a trabajar en una vacuna contra la covid-19 hace más de dos años, cuando casi se desconocía el virus que la provoca, y en este tiempo la ciencia española ha avanzado mucho.
España -enumera- ha entrado en competencia con los grandes productores de vacunas a nivel mundial, ha desarrollado unas infraestructuras que no existían, se ha establecido una estrecha colaboración entre el sector público y el privado, y se ha aportado “un gran conocimiento” para el desarrollo de diagnósticos y métodos antivirales.
Además, añade Esteban, “se ha creado un sentimiento social”, ya que la gente percibe a los científicos “como elementos relevantes para el beneficio de su propia salud”.
